Iconografía de la Virgen de Montserrat en dos piezas de los siglos XV-XVI: una escudilla cerámica de la Fundació Mascort, y una bacina para limosnas del Museu de Montserrat. Entre los primeros ejemplos de representación de la imagen románica

La Virgen de Montserrat no siempre ha estado expuesta al culto tal y como la vemos actualmente: talla románica sin vestiduras postizas, bien visible y accesible a los fieles. Durante siglos la imagen iba vestida con una indumentaria añadida que fue cambiando en función del periodo cronológico. Los ropajes y sus correspondientes cambios son claramente apreciables, en las innumerables representaciones que de la Virgen de Montserrat se han realizado a lo largo de las centurias. En relación a dichas representaciones cabe destacar que no siempre han pretendido plasmar fielmente la realidad esto es, a lo que el devoto podía ver en cada momento. Así durante la Edad Media la intención era mostrar una imagen de devoción totalmente idealizada, más que copiar fielmente la talla románica venerada en el monasterio. Habrá que esperar hasta bien entrado el siglo XVI para encontrar la primeras representaciones más o menos fieles al original románico (vera efigie), las cuales darán lugar a un modelo iconográfico que triunfará durante el Barroco , y que parte de la historiografía ha venido denominando como emperatriz morena. Este modelo perdurará más o menos en función de la técnica artística hasta que finalmente, será sustituido por la representación de la Virgen con habillamiento en forma cónica, tal y como la Santa Imagen se exponía al culto desde finales del siglo XVIII. Aunque a priori pueda parecer irrelevante, la forma en que la Virgen de Montserrat se mostraba al fiel así como su accesibilidad visual o falta de la misma, tuvo repercusiones a nivel iconográfico.

Nuestra Señora de Montserrat. Original románico de finales del siglo XII o principios del XIII. La Santa Imagen libre de vestiduras postizas no se mostrará al fiel hasta 1939. https://www.flickr.com/photos/eltb/3227926254/. Autor: Enrique López-Tamayo Biosca. Imagen sujeta a Creative Commons Attribution 2.0 Generic

En primer lugar hay que considerar que el vestir a las imágenes marianas que gozaban de cierta devoción, fue una práctica habitual. No existe constancia documental sobre cuándo se empezó a vestir a la Virgen de Montserrat con indumentaria postiza. El P. Laplana apunta a un periodo tan temprano como el siglo XIV – XV en base a la mención que se hace del manto real en el canto Inperayritz de la ciutat joyosa del Llibre Vermell de Montserrat . (1) A mi parecer contamos con dos documentos que arrojan luz acerca de esta cuestión y que ambos parecen sugerir que la talla románica, aún no llevaba indumentaria postiza en los siglos XV y XVI. Me estoy refiriendo a una escudilla cerámica c. 1487 – 1500 de la Fundació Mascort (Torroella de Montgrí) y a una bacina para limosnas del siglo XVI (2) del Museo de Montserrat . Ambas piezas las incluiríamos en el ámbito de las Artes Decorativas sin vinculación a un entorno culto. Lamentablemente y en términos generales este tipo de obras, reciben escasa consideración por parte de la mayoría de los historiadores del arte.

En el año 2008 Josep Batlle publicó un artículo sobre la iconografía montserratina en piezas cerámicas. A partir de ejemplares procedentes de diferentes fondos museísticos, otros de origen desconocido, de colecciones particulares y de hallazgos en superficie en el mismo recinto de Montserrat, el autor establece unas características comunes en la iconografía montserratina y su evolución a lo largo de los siglos XVI, XVI y XVII. De su artículo cabe destacar la ausencia de la imagen de la Virgen de Montserrat en todas las piezas cerámicas estudiadas. Los elementos comunes representados se ciñen exclusivamente al característico perfil de la montaña, a la sierra de bastidor, al báculo y a las cruces sobre las colinas y todo ello, ejecutado de forma muy esquemática. El autor atribuye la ausencia de la Virgen a la dificultad que supone representar esta figura en una pieza cerámica.(3) La escasa presencia de la Virgen de Montserrat en piezas cerámicas hace de la escudilla de la Fundació Mascort una obra destacable y a considerar dentro de la evolución iconográfica montserratina.

La escudilla tiene forma de casquete semiesférico sin asas. Presenta un diámetro de 4,6 cm de diámetro y en el centro, figura una representación de la Virgen de Montserrat en majestad. A finales del siglo XV o inicios XVI su imagen todavía se representaba de manera idealizada tanto en pintura como en grabado y medallística, según el modelo iconográfico gótico pero no así en la escudilla Mascort. Es de notar la posición de los brazos y manos de la Virgen que parecen coincidir con las de la talla románica al menos en la mano izquierda que sugiere que está tocando el hombro izquierdo de su hijo. El abad fray Pedro de Burgos (1512 – 1535) nos ha dejado la primera descripción de la Virgen de Montserrat en su obra Libro de los Milagros hechos a invocacion de Nuestra Señora de Montserrate, y de la fundacion, hospitalidad y orden de su sancta casa, y del sitio della y de sus hermitas. A propósito de la posición de las manos y brazos podemos leer:

(…) y la bendita ymagen de nuestra señora le tiene la mano izquierda sobre el hombro izquierdo y saca la mano derecha al costado derecho hacia fuera tanto que el niño la podria bien ver;

y tiene abierta la palma hacia arriba como si quisiesse tomar o sopesar alguna cosa, (4)

En la actualidad las manos y brazos de la Virgen de Montserrat no se corresponden con las originales del siglo XII ya que se trata de un añadido del siglo XIX (5), que no reproducía la posición de los miembros superiores de la talla románica.

En la escudilla no coincide la ubicación del Niño está situado sobre la rodilla izquierda y que en la Virgen de Montserrat, se encuentra sentado sobre la falda de su madre. Tampoco el orbe que no se nombra en el texto de Pedro de Burgos aunque la posición levantada del brazo, sugiere que es parecida a la del original. Hipotéticamente el orbe podría tratase de un añadido. En el original románico el Niño estaba en actitud de bendecir como lo vemos en la actualidad. Sobre este punto cabe destacar que la figura actual del Niño, corresponde a una imagen del siglo XIX.

En cuanto a la Virgen, tampoco la decoración de la paenula que aparece en la escudilla Mascort se ajusta a la de que vemos en la actualidad en la imagen románica que de hecho, es de color dorado. Pero una vez más no hay que recordar que este dorado no formaba parte del original del siglo XII sino que se trata de un añadido posterior. (6)

A pesar de estas eventuales diferencias entre la imagen de la Virgen representada en la escudilla Mascort y la talla románica, no cabe duda de que la escudilla de pagés representa aunque de manera esquemática, la imagen original venerada en el monasterio.

Panel central del tríptico de Santa María de Montserrat en Acqui Terme, finales siglo XV. Retablo encargado al pintor Bartolomé Bermejo por el comerciante Francesco della Chiesa, a quien vemos arrodillado como donante junto a una imagen totalmente idealizada de la Virgen de Montserrat. Obra contemporánea a la escudilla de la Colección Mascort. Imagen: Internet dominio público

En relación a la bacina del Museu de Montserrat, se trata de una pieza circular de 37 cm de diámetro, realizada en latón grabado, repujado y burinado. En el centro y en el interior de una orla circular, vemos una imagen de la Virgen de Montserrat en Majestad que se ajusta claramente a la talla románica sin vestiduras postizas ni añadidos. Se aprecia tanto en la indumentaria (maphorion y paenula), como en el orbe, trono, corona, posición del cuerpo y brazos (en la Virgen y en el Niño). Incluso se representan al fondo las montañas con su perfil y relieve característico. No hay duda de que el autor conocía la imagen venerada en el monasterio o al menos, un modelo fiel de la misma.

La historiografía considera que no es hasta finales del siglo XVI que las representaciones de la Virgen de Montserrat tendrán por primera vez la voluntad, de reproducir fielmente la talla románica. Sobre esta cuestión yo añadiría que a excepción de al menos, la escudilla Mascort y tal vez, alguna pieza más anterior a finales del siglo XVI.

La voluntad que surge a finales del XVI por reproducir la imagen románica se traduce en la figura de la Virgen entronizada en primer término, con indumentaria holgada pero marcando la línea del cuerpo, y luciendo las correspondientes coronas que serán claramente identificables. En este modelo aparecen sus atributos iconográficos: el orbe y el lirio y las montañas al fondo, que reproducen con precisión su característica orografía.

Ejemplo del nuevo modelo iconográfico que surge a finales del siglo XVI, y que triunfa en el barroco. Virgen de Montserrat, obra atribuida a Juan Andrés Ricci, c. 1640. Monasterio de San Plácido de Madrid. Internet dominio público

Entre las primeras representaciones en donde encontramos este nuevo modelo iconográfico se encuentra el buril de Antonio Lafréry, editado en Roma en 1572 encargado por el mismo monasterio. Se trata de uno de los primeros intentos por representar la imagen románica.(7) y como bien observa el P. Laplana, conviven las dos iconografías: la antigua o gótica y la nueva . La imagen que aparece en la parte central derecha, corresponde a la Virgen entronizada, en posición frontal y con el Niño sentado en la falda. La están coronando dos ángeles mientras que otros dos situados a ambos lados, sostienen respectivamente un cirio encendido. Con la mano derecha sostiene la esfera con el lirio y con la mano izquierda, toca el hombro de su Hijo tal y como corresponde a la posición de esta mano en el original románico. Está rodeada por un grupo de monjes benedictinos y en la parte inferior, aparece la sierra como atributo iconográfico característico y los pastores protagonistas del hallazgo milagroso. La representación de la Virgen que aparece en la parte superior derecha del grabado, responde a la iconografía gótica.

Estampa Santa Maria de Monte Serrato. Buril de Antonio Láfrery, 1572. Biblioteca de Montserrat, Gabinete de Grabados

El buril de Antonio Lafrery se encuentra efectivamente entre los primeros intentos por mostrar la Vera efigie pero no podemos dejar de nombrar las dos piezas aquí presentadas aunque no procedan de un entorno culto. Tanto la escudilla Mascort como la bacina del Museu de Montserrat representan aunque de manera esquemática, la imagen de la Virgen de Montserrat probablemente como se exponía al culto durante los siglos XV y XVI. Se debía tratar de una imagen conocida, aunque ello no implica necesariamente que los artífices de ambas piezas tuvieran acceso directo a la Santa Imagen pero creo que sin duda de manera directa o indirecta, la conocían bien. Por ello considero que tanto la escudilla Mascort como la bacina de Montserrat, son dos piezas que deben ponerse en valor.

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Referencias

(1) E no siatz devàs nós endenyosa … Mas que ns cubratz ab lo mantó real. ARAMON I SERRA, Ramon. «Els cants en vulgar del Llibre vermell de Montserrat (Assaig d´edició crítica) en Analecta Montserratensia, X, 1965, p. 45. Recogido por LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996, p. 24

(2) Para una imagen y documentación sobre esta pieza, ver LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra …», op. cit., p. 74

(3) Ibidem,  p. 21

(4) Libro de los Milagros hechos a invocacion de Nuestra Señora de Montserrate, y de la fundacion, hospitalidad y orden de su sancta casa, y del sitio della y de sus hermitas del abad fray Pedro de Burgos. Fragmento recogido en ALTÉS I AGUILÓ, F.X. “La Santa Imatge de Montserrat i la seva morenor a través de la documentació i de la historia”, en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 124- 125

(5) XARRIÉ i ROVIRA, Josep M.; PORTA i FERRÉ, Eduard. «Estudis tècnics i resultats referents a la imatge romànica de la Mare de Déu de Montserrat» en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 185

(6) Ibidem, p. 184

(7) CANALDA I LLOBET; S. “ La imatge barroca de la Mare de Déu de Montserrat: gènesi, circuïts i usos”, en Imatge, devoció, identitat en época moderna, Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2013, p. 83

BIBLIOGRAFÍA

ARAMON I SERRA, Ramon. «Els cants en vulgar del Llibre vermell de Montserrat (Assaig d´edició crítica) en Analecta Montserratensia, X, 1965, p. 45

ALTÉS I AGUILÓ, F.X. “La Santa Imatge de Montserrat i la seva morenor a través de la documentació i de la historia”, en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 124- 125

CANALDA I LLOBET; S. “ La imatge barroca de la Mare de Déu de Montserrat: gènesi, circuïts i usos”, en Imatge, devoció, identitat en época moderna, Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2013

CERDÀ, J. A., “Peces singulars”, Butlletí informatiu de ceràmica, gener-juny de 2017, p. 19, núm. 115. (Total planes 18 – 20)

LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996

XARRIÉ i ROVIRA, Josep M.; PORTA i FERRÉ, Eduard. «Estudis tècnics i resultats referents a la imatge romànica de la Mare de Déu de Montserrat» en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 181 – 190