La leyenda del hallazgo milagroso de la Virgen de Montserrat

La imagen que se venera en el santuario de Montserrat corresponde a una talla románica datada del último tercio del siglo XII o inicios del XIII según el modelo iconográfico de la Sedes sapientae o Trono de la Sabiduría. Aún así la leyenda del hallazgo sitúa su realización en el año 880. Esta discrepancia cronológica se debe a que la leyenda forma parte de un relato creado, que no se ajusta a los hechos históricos. Aun así incorpora el año 880 el cual tiene relación con la primera noticia documental sobre Montserrat. Pero esta noticia documental se refiere solamente a la montaña y no a la existencia de una imagen de culto.(1)Según el p. Laplana la primera evidencia escrita que prueba la presencia de una imagen en Santa María de Montserrat, está datada de finales del siglo XIV e inicios del XV. Se trata del Libre Vermell de Montserrat (el Libro Rojo de Montserrat).(2)

Nuestra Señora de Montserrat. Foto Zerkowitz, 1916

Todavía existe la creencia de que la imagen de la virgen de Montserrat que se venera en el santuario fue hallada en una cueva de la montaña, gracias a la intervención de siete pastores de Monistrol. Al igual que sucede con la cronología, el hallazgo forma parte de la leyenda y no se ajusta a los hechos históricos.(3)

En esta entrada se centra exclusivamente en la leyenda del hallazgo milagroso. La primera referencia a la invención de la imagen de Nuestra Señora de Montserrat la encontramos en el texto del abad Pedro de Burgos(4) en su obra Libro de la Historia y Milagros hechos a invocación de nuestra Señora de Montserrate publicada en 1514.(5) En ella el abad afirma haber recogido la leyenda de un retablo ilustrado acompañado de texto, que se encontraba en el claustro del monasterio. Menciona además la existencia de un pergamino antiguo.(6) El retablo del claustro parece ser que incluía el año 1239 aunque su realización era muy posterior ya que un estudio del léxico, permitió establecer su correspondencia en el siglo XV.(7) Pedro de Burgos afirma que dicho retablo llevaba más de 370 años expuesto en los claustros del monasterio. Posiblemente el retablo subsistió hasta mediados del siglo XVIII.(8)

Libro de la Historia y Milagros hechos a invocación de nuestra Señora de Montserrate, Pedro de Burgos, edición de 1627. Primer texto conservado en donde se relata la leyenda del hallazgo de la virgen de Montserrat. A partir de la edición de 1550 tomará un título más breve que en la primera edición. Internet dominio público

Para la redacción del relato leyendario me he basado en los textos del abad Pedro de Burgos, de Josep Albert Planes Ball así como de Joan Amades.(9)

La leyenda cuenta que cuando en Barcelona se tuvo conocimiento de que Jesús había muerto crucificado, algunos fieles se trasladaron en barco hasta Palestina para ofrecer consuelo a la Virgen. Ella en agradecimiento les prometió que en cuanto pudiera, enviaría a un discípulo de su Hijo a predicar la fe en tierras barcelonesas. El discípulo elegido fue san Pedro quien partió en dirección a tierras catalanas no sin antes llevar consigo una imagen de la Virgen. Esta imagen se trataba en realidad de un retrato ejecutado por san Lucas en Jerusalén, siguiendo las instrucciones de Jesús. Según cuenta la leyenda el Señor se le apareció en sueños y le encargó un fiel retrato de su madre. Pero la voluntad de María fue que también se incluyera la figura de un niño, en representación de su Hijo.
San Pedro desembarcó en el puerto de Barcelona (según otras versiones en Ampurias) y se hospedó en casa de un amigo que vivía en el barrio de Montjuïc. Este le contó que se realizaban reuniones clandestinas en las catacumbas de la ciudad, situadas bajo el circo romano que se hallaba situado justo bajo donde hoy se encuentra la iglesia de Sant Just i Pastor. Cuenta Joan Amades que existía en aquella época un camino secreto subterráneo, que comunicaba la montaña de Montjuïc con la actual Plaza de Sant Jaume. A través de este camino San Pedro y su amigo llegaron a las catacumbas y allí el apóstol, empezó a predicar la nueva doctrina. Así mismo construyó un pequeño altar en donde depositó la imagen de la Virgen que había traído desde Palestina. San Pedro fue el fundador de la Iglesia de Barcelona cuyo primer obispo se llamaba Eterio. Cuando el apóstol abandonó la ciudad, dejó la imagen en el pequeño altar que había construido en las catacumbas donde los fieles siguieron reuniéndose. Posteriormente se erigió la iglesia de Sant Just i Pastor, la primera que hubo en Barcelona, y fue entonces cuando trasladaron la imagen y el pequeño altar construido por san Pedro, al nuevo templo. Sant Just i Pastor se conocía también como La Jerossolimitana y de ahí que la Virgen de Montserrat se la llamara también La Jerossolimitana o La Moreneta que significa mora.(10)

Con la invasión musulmana los barceloneses decidieron poner la imagen a buen recaudo. En 718 el obispo Pere acompañado por Eurigoni, cabezilla de los godos, escondió la imagen en una de las montañas más abruptas de Cataluña: el macizo de Montserrat. Entre las cimas hallaron una pequeña cueva y depositaron la imagen en su interior. Para garantizar de que nadie podría descubrir el lugar y robar la imagen, tapiaron la entrada mediante pesadas piedras y camuflaron el acceso plantando diversos árboles alrededor. Pero la suerte no parecía acompañarlos porque de regreso a Barcelona, toparon con los sarracenos y no consiguieron salir con vida del encuentro. Barcelona siguió bajo dominio musulmán durante 80 años más cuando la ciudad fue finalmente reconquistada.

Con el paso de los años la entrada a la cueva quedó completamente camuflada entre la densa vegetación además, ya nadie conocía el paradero de la imagen. Pero en el año 880, tuvo lugar un hecho extraordinario. Siete pastores de Can Riusec (o de Can LLoberes) de Monistrol vieron al caer la noche y durante siete sábados seguidos, una luz misteriosa que descendía del cielo y se situaba sobre una cueva de la montaña de Montserrat. Esta cueva se hallaba en el lado derecho de la capilla de San Miguel y en la parte de levante hacia el río Llogregat. El extraño fenómeno iba acompañado de cánticos celestiales. En un principio consternados por la experiencia, los siete pastores decidieron guardar silencio pero finalmente, lo confesaron a sus padres. Posteriormente determinaron relatar los hechos al rector de Monistrol quien quiso comprobar por él mismo, la veracidad de tan extraordinario suceso. Para ello acudió durante cuatro sábados al lugar indicado por los pastores, en donde pudo presenciar el milagro. Convencido de los hechos se lo comunicó al obispo de Manresa. Este decidió organizar una expedición al lugar al sábado siguiente, acompañado por algunos canónigos, clérigos, capellanes y habitantes de Manresa. Antes de tomar el camino de ascenso a la montaña, se pararon a comer en Monistrol para luego reanudar la marcha. A la hora de la oración del Ave María la expedición fue testigo de los mismos hechos milagrosos relatados por los pastores y el rector de Monistrol. El fenómeno duró hasta la medianoche. A la mañana siguiente el obispo mandó localizar el lugar exacto y hallaron la cueva de donde salía una exquisita fragancia. Con la ayuda de todos los presentes consiguieron retirar las grandes piedras que tapaban el acceso, y pudieron penetrar al interior en donde hallaron la imagen de la Virgen, rodeada por un gran resplandor y por ángeles cantores. Esta versión sigue el relato de Pedro de Burgos pero en otras, se afirma que cuando aparecieron las luces en la montaña y se oyeron los cánticos, la expedición consiguió localizar la cueva en donde hallaron a La Moreneta.

Santa Cova lugar en donde según la leyenda, fue hallada la imagen que actualmente se venera en el monasterio de Santa María de Montserrat. Autor de la fotografía: Canaan. Imagen sujeta a licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International, 3.0 Unported, 2.5 Generic, 2.0 Generic and 1.0 Generic license
Can Cavaller de Monistrol donde según la leyenda, procedían los pastores protagonistas del hallazgo milagroso de la Virgen de Montserrat. En realidad se trata de una construcción del siglo XVI-XVII que fue remodelada en el XIX. También se conoce como Can Riusec o Cal Marquès

Ante tan maravilloso hallazgo se acordó trasladar la imagen a Manresa en donde se le consagraría un altar. La expedición en pleno inició el descenso de la montaña pero justo cuando se encontraban en donde hoy se halla el monasterio, se sintieron tan agotados que tuvieron que detenerse para descansar. Al retomar el camino se percataron de que la imagen se había hecho tan pesada, que se hacía imposible de mover. Este hecho lo interpretaron como la voluntad de la virgen por permanecer en aquel emplazamiento y así fue como decidieron construir una pequeña capilla que con los años, se convirtió en el actual monasterio de Santa Maria de Montserrat.

Nuestra Señora de Montserat expuesta al culto sobre el trono sufragado por suscripción popular en 1947. En su ejecución participaron Francesc Folguera, Josep Granyer, Rafael Solanich, Josep Obiols, Joaquim Ros, Ramon Sunyer, Martí Llaurador y Tomàs Mostany. Los materiales empleados fueron piedra de Montserrat, plata, esmaltes y piedras opacas. Foto: DagafeSQV. Imagen sujeta a Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported

Post registrado bajo licencia Safe Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0). Este artículo ya había sido publicado en mi blog anterior el día 23 de agosto 2019

Referencias

(1) Acta de dotación de la iglesia del monasterio de Ripoll realizada por el conde Guifré de Barcelona el 888: Et in alio loco in ipsa marcha locum quem nominat Monte serrado, Ecclesias quae sunt in cacumine ipsius montis vel ad inferiora ejus, cum ipso alode (Marca Hispánica, ap. 46). LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996, p. 15 nota 1
(2) Ibidem, p. 20
(3) De hecho fue oficialmente tomada como un hecho histórico hasta la segunda década del siglo XX. Ibidem, p. 17
(4) Pedro de Burgos, abad de Montserrat entre 1512 – 1536
(5) La redacción de este libro respondía al deseo de complacer a Juan de Aragón, duque de Luna, conde de Ribagorça, Gran Castellà de Amposta y lugarteniente real de Cataluña ya que su tío Fernando el Católico, le había sugerido la redacción de un texto el cual diera a conocer las maravillas que Dios obraba en el santuario de Montserrat. La primera edición se publicó en 1514. ALTÉS I AGUILÓ, F.X. “La Santa Imatge de Montserrat i la seva morenor a través de la documentació i de la història”, en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 98
(6) El hallazgo milagroso de Nuestra Señora de Montserrat se halla insertado dentro de la leyenda de Fra Garí
(7) LAPLANA, J. de C. i MACIÀ, T. Nigra…, op. cit., p. 20
(8) ALTÉS I AGUILÓ, F.X. “La Santa Imatge de Montserrat…”, op. cit., p. 95
(9) La leyenda cuenta con ligeras variantes y a lo largo de los siglos, diversos autores han ido incorporando elementos y sucesos que no se hallaban en el texto de Pedro de Burgos publicado en 1514
(10) AMADES, Joan. «La Mare de Déu de Montserrat» en Les millors llegendes populars, Barcelona, Edicions 62, s.a., p. 19

BIBLIOGRAFÍA

ALTÉS I AGUILÓ, F.X. “La Santa Imatge de Montserrat i la seva morenor a través de la documentació i de la història”, en La imatge de la Mare de Déu de Montserrat, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 2003, p. 93 – 179
AMADES, Joan. «La Mare de Déu de Montserrat» en Les millors llegendes populars, Barcelona, Edicions 62, s.a., p. 14 – 21
BURGOS, Pedro de. Libro de la Historia y Milagros hechos a invocación de nuestra Señora de Montserrate, Barcelona, s.n., 1514
LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996
PLANES BALL, Josep Albert. «La troballa de la imatge» en Llegendes de Montserrat, Sant Vicenç de Castellet, FARELL EDITORS, 2010, p. 26 – 29