El origen de Madame Tussaud´s (c. 1770 – 1802). Reinterpretando la leyenda

Este post se centra en los orígenes de Madame Tussaud´s concretamente, en el periodo que abarca la segunda mitad del siglo XVIII. Pero antes de abordar directamente la cuestión hay que aclarar dos puntos importantes. En primer lugar puntualizar que actualmente no existe en Madame Tussaud´s ningún retrato original conservado del siglo XVIII y expuesto al público. Las figuras que nos remiten al siglo XVIII son en realidad actuales pero modeladas a partir de aquellos retratos del XVIII, utilizando moldes muy antiguos. Las figuras de Madame Tussaud´s se van «remodelando» a partir del mismo molde. Periódicamente se retiran de la exposición, se modelan de nuevo, se les cambia la indumentaria e incluso el atrezzo y se vuelven a exponer. En segundo lugar hay que mencionar que algunas de las imágenes que aparecen en el presente artículo, fueron tomadas antes del incendio de 1925 que destruyó completamente el Museo Madame Tussaud´s de Londres. El fuego arrasó prácticamente con todas las figuras muchas de ellas de gran valor histórico. (1)

Comúnmente se afirma que Madame Tussaud´s tiene su origen en Berna, Suiza cuando en 1758 el doctor Philippe Christopher Curtius realizaba modelos anatómicos y miniaturas en cera para una clientela aristocrática. Estos encargos muchos de ellos de temática erótica, eran muy populares en la época. La tipología de retratos de perfil en miniatura fue muy solicitada. En 1761, el príncipe Conti, primo del rey Lluis XV de Francia, está realizando un tour por Europa y a su paso por Berna, visita el estudio del doctor Curtius. Impresionado por el talento del médico suizo, el príncipe le propone trasladarse a París bajo su protección. Curtius acepta el reto y abandona su ciudad natal, para instalarse en el Hotel d´Allegrè en la elegante Rue de St. Honoré de París. Allí seguirá trabajando para la aristocracia la cual se convertirá en su principal clientela hasta la Revolución. En 1767 y una vez consolidada su posición, Curtius pide a su antigua ama de llaves madame Grosholtz, que se traslade París para reincorporarse a su servicio. La señora Grosholtz viuda desde hacia años, se dirige a París acompañada de su hija de seis años de nombre Marie, aunque la historia la conocerá como Madame Tussaud.

Parte de esta historia comúnmente aceptada no se encuentra documentalmente sustentada. El primer documento que nombra a Philippe Curtius data de 1759 y se refiere a él como comerciante de profesión.(2) Muy probablemente la imagen de un médico realizando modelos anatómicos frente a un maravillado príncipe Conti forma parte de una leyenda, dirigida a forjar una exitosa estrategia de márketing. Creo que la historia de Madame Tussaud´s debería ser replanteada contrastándola con otros documentos contemporáneos a los cuales se les debería otorgar mayor relevancia. Algunos autores han empezado a cuestionar y reinterpretar el mito de Madame Tussaud´s, ofreciendo una visión más crítica del relato comúnmente aceptado. Aun así la leyenda oficial sigue estando muy arraigada.

Philippe Curtius con el uniforme de la Guardia Nacional c. 1790. Gilles Louis Chrètien. Bibliothèque Nationale, Paris. Perfil realizado mediante el Physiognotrace. Se trata de un invento de Chrètien que permitía retratar fielmente la silueta del perfil. Biblioteca Nacional de París

Se desconoce exactamente el año en que Curtius se estableció en París pero probablemente fue alrededor de 1770.(3) De sus inicios en la capital francesa no se conoce mucho a excepción de que seguía trabajando en la realización de pequeños retratos en cera y tal vez, llegara a realizar el de Louis XV y el de la reina Maria Leszcynska.(4) Estos primeros retratos consistían en miniaturas de perfil en cera coloreada, enmarcados y protegidos por un cristal. El Journal encyclopédique de 1777 lo sitúa viviendo en la Rue de Bondi y no en el Hotel d´Allegrè bajo la protección del príncipe Conti. Aun así hay que matizar que la Rue de Bondi se encontraba próxima al citado Hotel d´Allegrè.(5)

Retratos de Louis XVI (izquierda) y del duque de Orleans (derecha) modelados del natural poco antes de la Revolución Francesa. Esta pequeña obra fue uno de los pocos ejemplos conservados del trabajo en miniatura realizado por Philippe Curtius. Desgraciadamente desapareció durante el gran incendio de 1925. Internet dominio público

Con la llegada de la pequeña Marie Grosholtz a París, Curtius decidió tomarla como alumna convirtiéndose así en su maestro y mentor.(6) Marie demostró poseer desde el principio un interés y aptitudes más que notables para aprender la técnica del modelado.

Marie Grosholtz en 1778 a la edad de 17 años. Litografía de F. Hervé a partir de un retrato desaparecido de autor anónimo. Frontispicio Madame Tussaud’s Memoirs and Reminiscences

Las fechas y los años son confusos pero tal vez alrededor de 1776(7) Curtius empezó a modelar los primeros retratos a tamaño natural tanto bustos como de cuerpo entero. Parece que la cuestión económica motivó este interés por realizar figuras de gran formato. Según el testimonio de un contemporáneo, el dramaturgo François-Marie Mayeur de Saint-Paul, Curtius aprendió la técnica de un artista llamado Sylvestre quien regentaba sin mucho éxito, un cabinet de figuras de cera en el Boulevard.(8) El testimonio de Mayeur de Saint-Paul me parece sumamente significativo y revelador. Otras fuentes además de Mayeur de Saint-Paul identifican a Curtius como alumno de Sylvestre.(9) Es posible que entre las primeras figuras realizadas por Curtius a tamaño natural, se encontrara el retrato de la condesa du Barry última amante de Luis XV. El modelo que se encuentra ahora expuesto en Madame Tussaud´s y que se conoce como el retrato de Madame du Barry (Sleeping Beauty) representa según los antiguos catálogos de la exposición, a Émilie de Sainte Amaranthe

Alrededor del 1776 Curtius abrió por primera vez al público dos exposiciones. Una, en la feria de Saint – Laurent y la otra en la de Saint – Germain. En ambas incluía además de los retratos de cera, un gabinete de curiosidades. Curtius hombre hábil para los negocios, no tardó en abrir otra exposición esta vez en el nº 20 del Boulevard du Temple, donde además tenía su residencia y taller. En esta exposición ubicará la Caverne des Grands, precursora de la famosa Cámara de los Horrores. Allí expondrá los retratos de ladrones, ajusticiados y personajes de los bajos fondos de la sociedad francesa. Durante la Revolución exhibirá con gran éxito las cabezas modeladas en cera de los guillotinados, efigies de asesinos y las escenas más macabras de la Revolución.

No hay duda de que Curtius fue un hombre de gran talento tanto en lo que se refiere a los negocios como en el ámbito artístico. En 1778 fue aceptado en la Académie de Saint-Luc y numerosos testimonios contemporáneos, dieron fe del asombroso parecido de sus figuras con los modelos originales.

Philippe Curtius, autorretrato en cera modelado en la década de 1780. Museo Carnavalet, París. Este busto se encontraba expuesto probablemente en el 20 Boulevard du Temple. Se trata efectivamente de un original del siglo XVIII y tal vez uno de los pocos testimonios conservados del trabajo de Curtius, sino el único, que ha llegado intacto hasta nosotros. El autorretrato entró a formar parte de la colección de Carnavalet gracias a una donación particular

A principios de la década de 1780 Curtius abrió otra exposición, esta vez de aire aristocrático, el famoso Salon de Cire en Palais Royal y cuya máxima atracción se centraba en el tableau modelado c. 1783, Le Grand Couvert. Este tableau escenificaba el ritual de comidas públicas de la familia real y para ello, se había cuidado al máximo todos los detalles para recrear el ambiente de Versalles. Si nos fijamos en los grabados contemporáneos que reproducen el interior del Salon de Cire, nos percataremos de que las figuras se encontraban separadas del público por una balaustrada. Ahora bien en función de la modalidad de entrada, se permitía a los visitantes la posibilidad de circular entre las figuras.(10)

Los retratos en cera se podían realizar a partir de una impresión del rostro sobre un molde de escayola. Curtius y Marie insistían mucho en que sus figuras eran retratos tomados del natural. Ya he mencionado que según el testimonio de François-Marie Mayeur de Saint-Paul, Curtius aprendió la técnica del maestro Sylvestre quien según el mismo testimonio, fue el primero en desarrollarla.(11) Una vez más Mayeur de Saint-Paul nos revela el procedimiento llevado a cabo por Sylvestre para realizar estos sorprendentes modelos. La obtención de una impresión del rostro se iniciaba colocando dos cañas de plumas de ave en las fosas nasales del modelo y otras dos, en la comisura de los labios. Acto seguido aplicaba aceite sobre el rostro y procedía a extender una fina capa de escayola sobre el mismo. Una vez seca se retiraba obteniendo así una impresión perfecta del rostro. Posteriormente Sylvestre vertía cera sobre este molde para conseguir un «positivo» del modelo. La parte final consistía en colorear la cera e insertar unos ojos del mismo color que el original.(12)

En cuanto a los cuerpos de las figuras, éstos no eran como los actuales (13) sino que se fabricaban en piel rellena de paja y las extremidades, talladas en madera policromada. Las manos también se modelaban en cera siguiendo un proceso análogo al de las cabezas. Por tanto los antiguos retratos no eran exactamente como los actuales. Una vez la figura quedaba lista, el vestuario escondía estratégicamente los miembros de madera y el cuerpo de piel. Era muy importante la iluminación, la recreación de los ambientes y la puesta en escena para que el efecto final fuera impresionante. Todo el proceso de creación del retrato requería de mucha paciencia tanto por parte del modelo, como del artista. En una época en que no existía la fotografía, los retratos de cera se podían considerar como uno de los medios más fieles para conocer el aspecto físico de una persona.

Las figuras se actualizaban constantemente. Aquellas personalidades que ya no eran actualidad se sustituían por otras. Para ello Curtius se valía de un procedimiento muy poco ortodoxo pero que sin duda, tuvo que ahorrarle mucho trabajo y dinero. Las figuras eran reutilizadas. Las cabezas tenían un orificio a la altura de hueso occipital, estratégicamente escondido bajo la peluca por donde era posible introducir la mano. A través de esta cavidad oculta se podían retirar los ojos de cristal y sustituirlos por otros de otro color acorde con el nuevo modelo. Las pelucas, barbas y bigotes se retiraban y se cambiaban por otras y finalmente la figura se volvía a vestir de acuerdo con el nuevo personaje. En general el público no era consciente de este hábil engaño y seguía fascinado antes las nuevas personalidades expuestas en el Salon de Cire. Esto era así porque en realidad la mayoría de los visitantes, no conocía el verdadero aspecto físico de los personajes allí representados.(14) Curtius era ante todo un hombre de negocios con una visión muy clara de como rentabilizar al máximo su inversión.

Voltaire. Modelo realizado en 1778 por Philippe Curtius. Imagen tomada antes del incendio de 1925. Internet dominio público
Curtius Salon de Cire grabado de Jean B. Dambrun, c. 1786. Biblioteca Nacional de París. Gabinete de Estampas, París
Curtius Salon de Cire, Le Grand Couvert, c. 1783. Internet dominio público

Durante los años previos a la Revolución, Curtius se relacionó con importantes personalidades del momento como Rousseau, Voltaire, Franklin. No solo se hicieron retratar por él, sino que también eran comensales habituales en la mesa del doctor. De Franklin sabemos que durante su estancia en París, visitó el taller de Curtius y se interesó por su trabajo. Se hizo retratar por él en diversas ocasiones y también le encargó retratos- miniatura de importantes hombres de estado. El retrato que se encuentra actualmente expuesto en el Madame Tussaud´s de Londres data de 1783 . Documentos contemporáneos nos dan noticia de que en su residencia de Market Street en Filadelfia, Franklin poseía diversas miniaturas procedentes del taller de Curtius. (15)

Retrato de Bejamin Franklin modelado del natural en 1783. Imagen tomada antes del incendio de 1925. Internet dominio público

Según relata Marie en sus Memorias escritas en 1838, en 1780 se convirtió en maestra de modelado de la princesa Elizabeth, hermana de Louis XVI, y se trasladó aquel mismo año a vivir a Versalles en donde permaneció hasta el 1789. Lo cierto es que no existe ningún documento en los archivos de Versalles que la nombre, ni tampoco ninguna referencia testimonial que pudiera dar fe de su presencia en el palacio durante los años en los que supuestamente vivió en compañía de Madame Elizabeth. Por tanto hay que tomar este dato con mucha precaución (16) ya que probablemente forma parte de la leyenda. De lo que no se puede dudar es que de aquellos años, surgieron una serie de retratos relacionados con personajes de la corte como Louis XVI, Marie Antoinette y sus hijos, La princesa de Lamballe, Madame Elizabeth o El sultán Tipoo Saib, entre otros. No se puede asegurar que los retratos del rey y la reina con sus hijos estuvieran expuestos por un tiempo en el Petit Trianon de Versalles como se afirma en los catálogos antiguos. Según el catálogo más antiguo conservado que data de 1803, los retratos de la familia real fueron modelados del natural por Philippe Curtius a petición de la misma familia real para presentarlos como obsequio al sultán Tipoo Saib. Aun así parece que las figuras permanecieron en posesión de Curtius quien durante la Revolución, tuvo la precaución de esconderlas hasta que fueron trasladadas a Inglaterra. (17) De este periodo también se conserva en el MET de Nueva York una miniatura que muestra el retrato de perfil de Louis XVI atribuida a Philippe Curtius.

Retrato en miniatura de Louis XVI atribuido a Philippe Curtius, c. 1785-1790. The MET, Nueva York. Internet dominio público
Marie Antoinette con sus hijos, figuras modeladas del natural en 1790. Estos retratos estuvieron un tiempo expuestos en el Petit Trianon de Versalles. Aparecen en los catálogos más antiguos como modeladas del natural por Curtius. Imagen tomada antes del incendio de 1925. Internet dominio público

En 1786 mientras Marie permanecía en Versalles, Curtius decidió cerrar la exposición de Palais Royal y trasladar todas las figuras al nº 20 del Boulevard du Temple. Al estallar la Revolución y siempre según el testimonio de Marie, Curtius la hizo regresar a París donde el ambiente hacía presagiar la tormenta. El 12 de julio de 1789 un grupo de manifestantes dirigidos por Camille Desmoulins, irrumpió en el Salon de Cire para llevarse los bustos de Necker y del duque de Orleans y exhibirlos durante la manifestación que tenía lugar con motivo de la dimisión de Necker, como Director General de Finanzas. El manifestante que llevaba el busto de Orleans fue herido por una bayoneta durante el tumulto y el que llevaba el de Necker, lo asesinaron en la Plaza de Vendôme. Aquella noche Curtius pudo recuperar el busto de Orleans casi intacto y seis días más tarde un miembro de la Guardia Suiza, le devolvió el de Necker con el pelo chamuscado y la cara lacerada. (18)

Philippe Curtius se implicó directamente en la Revolución y su exposición se convirtió en un centro de atracción importante. Fue miembro del Club de los Jacobinos y participó en la toma de la Bastilla. Ahora sus amigos serán Danton, David, Mirabeau, Fouché, Robespierre, Marat y los retratos que llenaran su exposición y que realizará en estrecha colaboración con Marie, serán los de los revolucionarios que sustituirán rápidamente a las antiguas figuras de nobles y aristócratas del Antiguo Régimen. Fue durante los años de la Revolución cuando empezó a modelar y exponer en La Caverne des Grands Voleurs, las cabezas de los guillotinados. Curtius acudía personalmente al cementerio para sacar los moldes pero no sabemos a ciencia cierta que Marie también lo hiciera. Como en casos anteriores no existe documento alguno que lo pruebe. Si sabemos que un amigo de Curtius, Pierre François Palloy, en diciembre de 1793 había quedado fuertemente impresionado por la figura que su amigo había modelado de la cabeza guillotinada de madame du Barry. El parecido era tan asombroso porque Curtius acudía personalmente al cementerio de La Madeleine para sacar los moldes directamente de las cabezas para posteriomente, modelar las figuras y exponerlas en La Caverne des Grands Voleurs en el Boulevar du Temple. El escritor Favrolles también corrobora esta versión y añade que Curtius obtuvo permiso para sacar el molde de la cabeza de la condesa du Barry y que lo hizo en el mismo cementerio. La cabeza en cera de la última favorita de Louis XV se encontraba efectivamente expuesta en el Boulevard du Temple. (19)

Gouage de Lesueur que representa a Camile Desmoulins (sobre el pedestal) y a los manifestantes con los bustos de Nécker y Orleans. Museo Carnavalet, París

Según relata Marie en sus Memorias, ella y su madre estuvieron encarceladas en la prisión de La Force acusadas de simpatizar con la monarquía. Solo gracias a las influencias de Curtius lograron salvarse de la guillotina. Pero una vez más el relato es confuso. Marie asegura haber estado encarcelada con Josefina de Beauharnais pero ésta, estuvo en la prisión de Les Carmes y no en La Force. Como en otras ocasiones no existe documentación que pueda atestiguar que Marie estuviera encarcelada en La Force o en Les Carmes. (20) Quiero aclarar que el hecho de que no exista documentación, no implica necesariamente que un suceso no haya tenido lugar. Pero en el caso de Madame Tussaud la falta de documentación que atestigüe los hechos, ser repite en demasiadas ocasiones.

Cabeza guillotinada de Maximilien Robespierre modelada por Marie Tussaud a partir de una impresión del rostro tomada justo después de la ejecución. Imagen tomada antes del incendio de 1925. Internet dominio público. Aunque su origen es confuso, lo cierto es que esta cabeza formaba parte de la exposición a finales del siglo XVIII y estuvo expuesta en la Caverne des Grands Voleurs en el nº 20 del Boulevard du Temple. Internet dominio público
Cabeza guillotinada de Marie Antoinette modelada por Marie Tussaud en 1793 a partir de una impresión directa del rostro, realizada justo después de la decapitación. Imagen tomada antes del incendio de 1925. Esta cabeza así como la de Louis XVI, no aparece en el catálogo más antiguo que se conserva y que data del año 1803. Este catálogo fue publicado en Edimburgo por tanto, Marie no se las llevó consigo cuando se trasladó a Inglaterra en 1802. La cabeza de la reina así como la del rey, no aparecerán en la exposición y de manera inexplicable hasta 1865. Internet dominio público


Curtius falleció en 1794 dejando a Marie como única heredera de todos sus bienes. A lo largo de 30 años, había acumulado una buena cantidad de bienes entre ganancias procedentes de las exposiciones, objetos de arte y propiedades, pero esta herencia se encontraba en un estado caótico. Curtius había testado aquel mismo año porque presentía que no le quedaba mucho tiempo. Marie siempre sostuvo que lo habían envenenado, aunque no se pudo demostrar nunca. Incluso solicitó la autopsia pero no hallaron restos de veneno y en el acta de defunción, consta que Philippe Curtius murió por causas naturales. En cualquier caso fue un personaje enigmático y en cierta forma oscuro. Artista de gran talento, capaz de reproducir magistralmente la anatomía humana, poseía además un sexto sentido para los negocios. A pesar de haberse relacionado con la aristocracia, supo desvincularse oportunamente de sus relaciones con el Antiguo Régimen convirtiéndose en un republicano convencido. Superviviente durante los difíciles años de la Revolución, consiguió salvar su cabeza y la de los que vivían bajo su protección.

Sin el apoyo de Curtius, Marie supo que tenía que continuar sola y tirar adelante el negocio. Un año más tarde contrajo matrimonio con François Tussaud un ingeniero civil de Maçon, que había trabajado durante un tiempo para Curtius. Francia atravesaba momentos complicados y la economía se resentía cada vez más. Marie ahora convertida ya en madame Tussaud, tenía de hacer frente a diversos pagos y el negocio no marchaba bien. Los problemas financieros obligaron a François Tussaud a permanecer algunos meses de 1796 en Inglaterra, para exhibir Curtius Gran Gabinete de Curiosidades en donde además de las figuras, también se exponían diversas reliquias de la Revolución y otras curiosidades.

Ese mismo año nació el primer hijo de Marie, una niña que murió prematuramente. Dos años más tarde nació el segundo hijo, Joseph y en 1800 el tercero, Francis Tussaud. Siguiendo la política marcada por su tío, Marie continuó trabajando en nuevos modelos para la exposición a fin de mantenerla actualizada. Será durante estos años previos a 1802 que modelará el retrato de Napoleón Bonaparte. Pero a pesar de mantener renovada la exposición con nuevas personalidades, los tiempos seguían siendo muy difíciles en Francia. Tal vez era el momento de plantearse exhibir en Inglaterra los modelos más célebres de la exposición….

Reinterpretando la leyenda sobre los orígenes de Madame Tussaud´s en base a considerar otras fuentes ajenas a las oficiales, se puede establecer que Philippe Curtius fue en realidad un comerciante alemán, establecido en París alrededor de 1770. El relato que lo sitúa como médico en Berna realizando modelos anatómicos forma parte de la leyenda, como también el hecho de que fuera visitado en su estudio por el príncipe Conti en 1761 y que éste lo tomara bajo su protección.

Si bien Curtius conocía el arte de la ceroplástica, no fue hasta que estableció contacto con el artista Sylvestre que aprendió a modelar bustos y figuras a tamaño natural. Esto debió ocurrir alrededor de 1776 aproximadamente. La posibilidad de poder realizar modelos de gran tamaño a parte de las miniaturas (las de temática erótica eran las que mayor ganancia le reportaban), le ofreció la oportunidad de ampliar sus negocio. Ya en 1777 se lo sitúa residiendo en la Rue de Bondi y realizando bustos a tamaño real. Su talento es ampliamente reconocido.

En relación a Marie Tussaud, sabemos que aprendió la técnica de la ceroplástica gracias a su «tio» Philippe Curtius. Sobre su estancia en Versalles como maestra de modelaje de Madame Elizabeth, creo que se trata de un relato creado con el objetivo de fomentar el prestigio y la fama de la artista. No existe ningún documento que la sitúe en Versalles durante los casi diez años que residió en el palacio. Así mismo tomo con mucha precaución la versión que aparece en sus memorias según la cual los revolucionarios le llevaban las cabezas recién guillotinadas, para que procediera a extraer el molde. Si bien estas cabezas existieron y algunas existen aún, opino que se obtuvieron con finalidades lucrativas para ser expuestas en la Caverne des Grands Voleurs.

También tomo con mucha precaución su encarcelamiento en la prisión de La Force. Su relato presenta importantes contradicciones con los hechos probados documentalmente.

El replanteamiento del mito sobre los orígenes de Madame Tussaud´s no pretende de ningún modo restar mérito a sus fundadores. Philippe Curtius y Marie Tussaud fueron sin lugar a duda unos artistas extraordinarios, con una clara visión sobre cómo rentabilizar y explotar su negocio. Estoy absolutamente convencida de que su fama es bien merecida.

Post registrado bajo licencia Safe Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0) y publicado el día 25 octubre 2018

Referencias

(1) La causa del incendio fue probablemente un fallo en el sistema eléctrico. De las 467 figuras existentes solo se pudieron salvar 171 la mayoría de las cuales, se encontraban en la Cámara de los Horrores que al igual que el almacén donde se guardaban los moldes, se encontraba en el sótano del edificio. Gracias a que el fuego no llegó al almacén, se pudieron reconstruir gran parte de las figuras perdidas y Madame Tussaud´s abrió de nuevo las puertas en 1928. CHAPMAN, Pauline; LESLIE, Anita. Madame Tussaud. Waxworker Extraordinary, London Hutchison & Co., 1978, p. 186-187
(2) DANINOS, Andrea. Une révolution en cire: Francesco Orso et les cabinets de figures en France, France, Officina Libraria Editions, 2015, p. 17
(3) HEULHARD, Alphonse. La Foire Saint Laurent, Paris, Alphonse Lemerre, 1878, p. 147
(4) Ambos desaparecidos durante el gran incendio de 1925. TUSSAUD, John Theodore. The Romance of Madame Tussaud, London, Odhams Press, 1921, p. 18
(5) Journal encyclopédique, Diciembre 1777, p. 537- 538

(6) Se ha especulado acerca de la verdadera relación entre Marie Grosholtz y Philippe Curtius. Ella se refería a él como “tío” y no hay evidencias de que se tratara de su padre. La futura madame Tussaud nació en Estrasburgo en 1761 y fue bautizada en la antigua iglesia de St. Peter el 7 de diciembre de 1761. Marie consta como la hija póstuma de un soldado de Frankfurt llamado Joseph Grosholtz. CHAPMAN, Pauline; LESLIE, Anita. Madame Tussaud. Waxworkerop. cit., p. 15
(7) TUSSAUD, John Theodore. The Romance … op. cit., p. 22
(8) Un nommé Sylvestre, Sculpteur ingénieux, imagina le premier le moyen de faire un portrait ressemblant. (…) Le nommé Curtius apprit du pauvre Sylvestre, qui avoit mal fait les affaires aux Boulevards òu il s´étoit établi, la manière de faire ces portraits ressemblants. Plus fins o plus adroit que Sylvestre, il imagina de former un cabinet deces figures: il trouva de l´argent à interêt, & le hafard voulut qu´il n´en fut pas la dupe. MAYEUR de SAINT-PAUL, François-Marie. Tableau du nouveau Palais-Royal, Paris, Chez Maradan, Libraire, 1788, p. 96-97

(9) Les Chroniques du Palais-Royal, 1860, p. 282
(10) BERRIDGE, Kate. Madame Tussaud. A Life in Wax, New York, HarperCollin Publishers, 2006, p. 26 – 28
(11) Entendemos que se refiere en relación a Curtius ya que la técnica de impresión de un rostro para obtener un molde, se conoce desde la Antigüedad
(12) Il (Sylvestre) fourroit deus petits tubes de plumes dans les narines, deux pareils aux deux coins de la bouche; il vous frottoit la figure avec una espèce d´huile, & alors y couloit un plâtre très-fin. La plâtre donnoit le creux de la ressemblance; il couloit de la cire dans ce creux, & à la coup sûr les formes rendues étoient conformes à la nature. Il donnoit ensuite un coloris à ces têtes, & en ajoutant dans les orbites, des yeux pareils aux originaux, les bustes étoient parfaitement ressemblans. MAYEUR de SAINT PAUL, François Marie. Tableau de nouveau… op. cit., p. 96 – 97
(13) Los cuerpos actuales están fabricados con fibra de vidrio
(14) MAYEUR de SAINT PAUL, François Marie. Tableau de nouveau… op. cit., p. 99-101
(15) TUSSAUD, John Theodore. The Romance … op. cit., p. 25
(16) BERRIDGE, Kate. Madame Tussaud. A Life… op. cit., p. 73
(17) Este catálogo se conserva en el Victoria & Albert Museum de Londres. Biographycal Sketches of the Characters Composing the Cabinet of Composition Figures, Executed by the Celebrated Curtius of Paris and his Successor, Edinbugh, Denoban and Company, 1803, p. 34 – 35. El catálogo se puede consultar en línia en: https://books.google.co.uk/books?id=PiUJAQAAIAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
(18) CHAPMAN, Pauline; LESLIE, Anita. Madame Tussaud. Waxworker… op. cit., p. 41-42
(19) BERRIDGE, Kate. Madame Tussaud. A Life… op. cit., p. 152-153
(20) Ibidem, p. 157-158

BIBLIOGRAFÍA

BERRIDGE, Kate. Madame Tussaud. A Life in Wax, New York, HarperCollin Publishers, 2006
Biographycal Sketches of the Characters Composing the Cabinet of Composition Figures, Executed by the Celebrated Curtius of Paris and his Successor, Edinbugh, Denoban and Company, 1803
CHAPMAN, Pauline; LESLIE, Anita. Madame Tussaud. Waxworker Extraordinary, London Hutchison & Co., 1978
DANINOS, Andrea. Une révolution en cire: Francesco Orso et les Cabinets de figures en France, France, Officina Libraria Editions, 2015
HEULHARD, Alphonse. La Foire Saint Laurent, Paris, Alphonse Lemerre, 1878, p. 147- 148
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MAYEUR de SAINT PAUL, François Marie. Tableau de nouveau Palais Royale, Paris, 1788
PILBEAM, Pamela. Madame Tussaud and the history of the waxworks, London, New York, Hambledon and London, 2003
TUSSAUD, Marie. Madame Tussaud’s Memoirs and Reminiscences of France: Forming an Abridged History of the French Revolution, London, Francis Hervé, 1838
TUSSAUD, Marie. Memoirs of Madame Tussaud, her eventful history, London, New York, George Routledge and Sons, 1878
TUSSAUD, John Theodore. The Romance of Madame Tussaud, London, Odhams Press, 1921