Este artículo se centrare solamente en la parte más antigua del recinto funeraio esto es, la proyectada por el arquitecto italiano Antonio Ginesi en 1818 y que corresponde al actual departamento I.
Con anterioridad a la construcción de los cementerios municipales, las inhumaciones se realizaban dentro de las iglesias para las clases sociales más elevadas y para el resto de la población, el lugar destinado correspondía a las fosas o cementerios parroquiales. Este modelo de inhumación empezó a cuestionarse a mediados del siglo XVIII por las corrientes higienistas, que reclamaban la necesidad de enterrar a los difuntos lejos de los núcleos de población. Esta reclamación será finalmente atendida por ley, con la consecuente desaparición lenta y progresiva de los cementerios parroquiales dando lugar al nacimiento de los cementerios municipales.(1)
En el caso de Barcelona los difuntos eran enterrados en las fosas de las parroquias de Santa Maria del Mar, Santa Maria del Pí, Sant Cugat, Sant Pere de les Puel.les, Sant Just i Pastor, Sant Miquel y Sant Jaume. (2) El importante crecimiento demográfico experimentado a lo largo del siglo XVIII en una ciudad todavía comprimida dentro de las murallas medievales, obligaba a vaciar con regularidad las fosas de los diferentes cementerios parroquiales.(3) Siguiendo las corrientes higienistas, los médicos reclamaban la necesidad de ubicar los cementerios lejos de los núcleos de población. Frente a esta necesidad el obispo de Barcelona Josep Climent i Avinet (1706-1781), decidió en 1775 construir el primer cementerio extramuros de Barcelona, en un terreno situado en Sant Martí de Provençals. El Cementiri del Bisbe Climent fue uno de los primeros cementerios de Europa construido fuera murallas (4) y anterior a la prohibición por ley, de enterrar dentro de los núcleos de población. Por su modernidad esta iniciativa provocó un fuerte rechazo entre la población que no aceptaba enterrar a sus difuntos lejos del amparo de un centro religioso. En 1807 el cementerio se hallaba en un lamentable estado de abandono.
El proyecto del bisbe Climent respondía a la urgencia de descongestionar una ciudad con una población creciente, embutida dentro de las murallas medievales y con unas condiciones de insalubridad alarmantes. Se llevaron a cabo diversas iniciativas urbanísticas para descongestionar la ciudad entre ellas, la construcción de un nuevo cementerio fuera de las murallas. En 1815 el Capitán General de Cataluña, Francisco Javier Castaños, exigió el
cumplimiento de la ley que prohibía enterrar dentro de las ciudades.(5) Esta exigencia se materializó en 1818 en tiempos del obispo Sitjar, con la construcción de un nuevo cementerio de estilo neoclásico, proyectado por el arquitecto italiano Antonio Ginesi, y que se alzaba sobre los restos del antiguo cementerio del obispo Climent.
El academicismo del siglo XVIII desembocará en el estilo neoclásico que busca sus referentes en el arte de Roma y Grecia clásica, con un claro predominio de orden, simetría y proporción. Este movimiento artístico tuvo una corta vida en Cataluña. Penetró hacia 1815 y finalizó en 1835 cuando dio paso al movimiento romántico. Los modelos neoclásicos se introdujeron gracias a la Junta de Comerç, que becaba a Roma a los alumnos más aventajados. Los referentes principales fueron los escultores Canova y Thorvaldsen, así como la renovación que supuso el descubrimiento de Herculano en 1738 y Pompeya en 1748.
El proyecto de Ginesi incluía además elementos tanto arquitectónicos como decorativos, procedentes de la cultura egipcia. Este factor generó un profundo rechazo entre un sector de la población, que no estaba acostumbrado a ver determinados modelos incorporados dentro el neoclásico. Esta inclusión se explica por el hecho de que Ginesi había viajado por Egipto y Grecia, además de que la presencia de potencias militares en Extremo Oriente, favorecía la difusión de referentes orientales dentro del neoclásico.(6)
Siguiendo estos principios neoclasicistas Ginesi diseñó un recinto ordenado, simétrico, proporcionado, de planta rectangular, con dos calles principales que se cruzan perpendicularmente en el centro del recinto y que dan lugar a cuatro islas iguales. Su referente fue el cementerio de Liborno.(7)
La fachada presenta una clara simetría con predomino de la horizontalidad siguiendo el precepto de orden y simetría. Encontramos un referente a los modelos egipcios en la casa del capellán y del guardia, diseñadas en forma de pirámide situada en la fachada y una clara alusión al neoclásico, en el uso del orden dórico. En 1840 Josep Mas i Vila realizó la puerta de acceso al recinto, basándose en el diseño de Ginesi. En 1866 sobre pórtico de acceso se colocó el imponente Ángel del Juicio Final obra de Agapit Vallmitjana Barbany. Quiero agradecer a la historiadora @arte_de_fondo el haberme facilitado esta información referente a la autoría, y me haya hecho notar el error comúnmente aceptado en la bibliografía que atribuye el Ángel del Juicio Final a Venanci Vallmitjana. Desde @arte_de_fondo se ha realizado un importante trabajo de campo en los cementerios de Barcelona sobre escultura funeraria que ha permitido corregir muchos de los errores comúnmente aceptados. Así mismo me ha indicado que Agapit Vallmitjana firmó durante un corto periodo de tiempo, como AV. tal y como aparece en el extremo inferior derecho del Ángel del Juicio Final. La firma de su hermano Venanci es muy similar y de ahí que se prestara a la confusión. Me parece importante corregir este error en la autoría de la obra porque finalmente se acaba aceptando como correcta una información que no lo es.(8)

Los cementerios municipales contarán con un reglamento que regirá su correcto funcionamiento. La salud pública pasará a ser un tema prioritario el cual, quedará
ampliamente reflejado en dichas reglamentaciones. La figura de médico va adquiriendo mayor relevancia en un ámbito que hasta el momento, era monopolio de la Iglesia. Los reglamentos exigían en función del número de población, que el recinto funerario contara con un depósito de cadáveres o sala de autopsias.(9) A pesar de esta exigencia no será hasta 1860 cuando se dotará al nuevo cementerio de una sala de juntas, una sala de consultas médicas y una sala autopsias, (todo ello a la derecha de la entrada) así como una sala de observación y un depósito de cadáveres (ambos a mano izquierda).(10)


En la entrada al recinto. A mano derecha e izquierda y en el suelo, se hallan las sepulturas más antiguas del cementerio que corresponden a las exhumaciones procedentes de las antiguas fosas parroquiales.


Otro referente neoclásico se encuentra en el marcado eje de simetría que divide el recinto en dos mitades y que transcurre desde la puerta de acceso, hasta la iglesia. Esta edificación proyectada por Ginesi en 1818, está situada al fondo del cementerio y muestra una clara voluntad por retornar a los modelos griegos, con un pórtico y una columnata dórica, más la incorporación de elementos procedentes de la cultura egipcia como el ouroboros.




Ginesi había planteado la construcción de un cementerio igualitario mediante la introducción de nichos pero su proyecto, no cuajó en una sociedad dirigida por una burguesía que no compartía su ideario. Los nichos eran de propiedad y por tanto, todos aquellos que no contaban con suficientes recursos económicos, eran enterrados en la fosa común.(11) La idea de un cementerio igualitario no se materializó nunca y la población con pocos medios, era enterrada en la fosa común. Esta fosa común de planta rectangular, se hallaba en lo que actualmente es el departamento III que transcurre adosado a lo largo del departamento I.



Como ya hemos apuntado anteriormente, Ginesi diseñó un recinto de planta rectangular, divido en cuatro secciones iguales o islas, mediante el cruce de dos calles principales. Recordemos que el cementerio de neoclásico, corresponde al actual departamento I. A continuación vamos a mostrar algunas imágenes de este departamento.
Isla 1ª:

Isla 2ª:

Isla 3ª:


Isla 4ª:



Departamento II:
Aunque este departamento no forma parte del proyecto de Antonio Ginesi, no quiero finalizar este artículo sin dedicarle un espacio. Se trata del sector en donde hallamos gran parte de los panteones más monumentales de todo el cementerio. Esta zona se encuentra situada detrás de la iglesia, y corresponde a una ampliación del recinto realizada sobre unos terrenos propiedad de Pere Gil.(12)De planta rectangular según el diseño del arquitecto Joan Nolla i Cortés, su construcción se extiende de 1849 hasta 1852. Es un espacio que impone por la monumentalidad de sus panteones, en lo cuales trabajaron arquitectos tan relevantes como Enric Sagnier Villavecchia, Francesc de Paula Villar Lozano, Joan Nolla, Elies Rogent Amat, Pere Bassegoda o Josep Oriol Mestres. Entre los escultores cabe destacar a Venanci Vallmitjana, Rafael Atché Farré, Fabiani, Joan Roig Solé y los hermanos Baratta.


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Referencias
(1) Cédula Carolina del 3 de abril de 1787
(2)CATALÀ I BOVER, Lídia; MARÍN I SILVESTRE, Maria Isabel; MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. Un passeig pel cementiri de Poble Nou, Barcelona, Ajuntament de Barcelona/Cementiris de Barcelona, S.A., 2004, p. 18
(3) Ibidem, p. 18
(4) MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. El Cementiri de Montjuïc. Sommis de Barcelona, Barcelona, Ajuntament de Barcelona/Cementiris de Barcelona, S.A., 2008, p. 26
(5) CATALÀ I BOVER, Lídia; MARÍN I SILVESTRE, Maria Isabel; MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. Un passeig pel cementiri…, op. cit., p. 23
(6) Ibidem, p. 27
(7) Ibidem, p. 29
(8) Quiero agradecer a @arte_de_fondo el haberme informado acerca de la autoría de esta obra que además, permitió aclarar la cuestión de las firmas entre los hermanos Vallmitjana. Como me indicó, el origen del error puede hallarse en los textos de Feliu Elias y J.F. Ràfols. Ver ELIAS, Feliu. L´escultura catalana moderna, Barcelona, Editorial Barcino, 1928, p. 219 y RÀFOLS, J.F. Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, Vol. III, Barcelona, Editorial Millá, 1953, p. 195
(9) FERNÁNDEZ ALVÁREZ, Ana. “El Cementiri de Sant Nicolau: un disseny urbanístic original i únic a Catalunya”, en Recerques, sin fecha, p. 175
(10) CATALÀ I BOVER, Lídia; MARÍN I SILVESTRE, Maria Isabel; MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. Un passeig pel cementiri…, op. cit., p. 106
(11) MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. El Cementiri de Montjuïc…, op. cit., p. 26
(12) CATALÀ I BOVER, Lídia; MARÍN I SILVESTRE, Maria Isabel; MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. Un passeig pel cementiri…, op. cit., p. 110
BIBLIOGRAFÍA
CATALÀ I BOVER, Lídia; MARÍN I SILVESTRE, Maria Isabel; MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. Un passeig pel cementiri de Poble Nou, Barcelona, Ajuntament de Barcelona/Cementiris de Barcelona, S.A., 2004
ELIAS, Feliu. L´escultura catalana moderna, Vol. II, Barcelona, Editorial Barcino, 1928, p. 212 – 215
FERNÁNDEZ ALVÁREZ, Ana. “El Cementiri de Sant Nicolau: un disseny urbanístic original i únic a Catalunya”, en Recerques, sin fecha
MARTÍ I LÓPEZ, Elisa. El Cementiri de Montjuïc. Sommis de Barcelona, Barcelona, Ajuntament de Barcelona/Cementiris de Barcelona, S.A., 2008
RÀFOLS, J.F. Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, Vol. III, Barcelona, Editorial Millá, 1953, p. 194 – 195