Monasterio de Santa María de Pedralbes: rituales de vasallaje

La presente entrada trata sobre los vínculos y rituales de vasallaje que tuvieron lugar en el Monasterio de Santa Maria de Pedralbes durante el siglo XIV. Ya que en otros posts he tratado sobre este conjunto arquitectónico, me ha parecido de interés incluir las ceremonias de vasallaje aunque éstas mantengan más relación con la Historia en general, que con la Historia del Arte en particular.

Real Monasterio de Santa María de Pedralbes fundado por la reina Elisenda de Montcada

Iuramentus fidelitatis et homagium ore et manibus

La ceremonias de vasallaje incluían una serie de gestos simbólicos que han sido estudiados por historiador medievalista Jacques Les Goff. (1) Estas ceremonias se componían de diversas fases mediante las cuales, el vasallo prestaba acto de vasallaje a su señor y obtenía a cambio su protección. Las diferentes fases comportaban diversos estadios en la relación entre ambos. La primera fase constaba de dos actos. El primero llamado homenaje, el vasallo manifiestaba su deseo de convertirse en hombre del señor y se subordinaba a él. En el segundo acto se realizaba el Immixto manuun: el vasallo ponía sus las manos entre las del señor en señal de protección. Según Le Goff este acto comportaba una situación de inferioridad por parte del vasallo, una situación de sumisión al poder del señor. En la segunda fase se declaraba fidelidad al señor la cual quedaba sellada mediante el osculum (beso en la boca) el cual implicaba una reciprocidad entre ambos y fe mutua, y el juramento del vasallo sobre un objeto sagrado. El señor aceptaba al vasallo como hombre suyo, tras investirlo con un objeto simbólico. Finalmente la tercera fase constaba de la investidura del feudo: el señor entregaba un objeto a su vasallo. Ello simbolizaba el paso de una cosa de una persona a otra y era un acto con valor jurídico que implica vínculo entre ambos: el señor se comprometía a proteger a su vasallo y éste a su vez, se comprometía a prestar los servicios a su señor. Se trataba de establecer una jerarquía de derechos y obligaciones entre el señor y su vasallo. (2)

Le Goff distingue entre las ceremonias en las que implicaba solo un reconocimiento de patronaje (como en el caso de la abadesa de Pedralbes respecto a los vasallos de Sarrià) y las ceremonias de investidura de caballeros en donde el vasallo, se declaraba hombre del señor. Estas últimas eran mucho más complejas que las primeras. La commendatio manibus o in manibus (acto de colocar las manos entre las del señor) era un ritual cuyo origen se halla en la oblación de los novicios instaurada con la Regla de san Benito. El mismo acto era realizado por las novicias de Pedralbes durante la consagración (3) y como veremos a continuación, entre los vasallos de Sarrià y la abadesa o el procurador como representante de ésta.

Santa María de Pedralbes funcionaba con plena señoría territorial y jurisdiccional y los vasallos, debían realizar un gesto público de reconocimiento que expresase su dependencia.(4) El monasterio ejercía su dominio señorial sobre villa de Sarrià mediante una relación de dependencia entre sus habitantes y la abadesa, como máxima representante de la comunidad religiosa. (5) Este gesto de reconocimiento que se escenificaba cada vez que se escogía una nueva abadesa, exigía a los habitantes de Sarrià, rendir homenaje mediante los correspondientes rituales de vasallaje reconociendo así la señoría. Las ceremonias de vasallaje son muy complejas y la fórmula seguida en Santa María de Pedralbes era la denominada iuramentus fidelitatis et homagium ore et manibus mediante la cual, el vasallo hacía acto de reconocimiento público de las posesiones que tenía en nombre del monasterio, y de su persona.(6)

El archivo del monasterio conserva un documento datado el domingo 3 de febrero de 1376, en que se detalla el desarrollo de la ceremonia (7) mediante la cual, la nueva abadesa sor Agnès ça Rovira escogida tras la muerte de su predecesora sor Sibil-la de Caixans, recibía un reconocimiento de patronaje por parte de los vasallos de Sarrià. (8) El acto se desarrolló a lo largo de varios días en los cuales, los hombres y mujeres de la villa realizaban un reconocimiento público. En este caso no se trataba de una ceremonia de investidura sino de patronaje y su ejecución era más simple. El batlle de Sarrià (alcalde) avisaba a los vasallos durante días, para que acudiesen al monasterio junto a las escaleras situadas frente al claustro. Como apunta la Dra. Anna Castellano Tressera las ceremonias más relevantes se llevaban a cabo en el interior del monasterio. Las escaleras representaban una zona intermedia entre la clausura y el mundo exterior. Una vez allí los hombres prestaban homenaje al procurador del monasterio Jaume Puig, quien actuaba en representación de la abadesa y las mujeres, realizaban un acto análogo con la abadesa. La ceremonia incluía poner las manos entre las del señor (in manibus) así como el beso en la boca (osculum). Éste no era preciso en la ceremonia de Pedralbes además, situaba al vasallo en plano de igualdad frente a su señor situación de la que quedaban totalmente excluidas las mujeres y los plebeyos. En el caso de Pedralbes solo in manibus (entre las manos) era estrictamente necesario pero el osculum, se realizaba igualmente y está documentado que así se hacia. La ceremonia duró varios días. Acerca del osculum, Castellano Tresera apunta a la posibilidad de que no sea necesario explicar siempre de la misma forma los símbolos que se usaban en una ceremonia de investidura, que en una de patronaje. El osculum o beso formaba parte de la investidura de un caballero y solo colocar las manos entre las del señor, era necesario en las ceremonias de reconocimiento de patronaje. Castellano Tressera explica la inclusión del osculum entre los vasallos de Sarrià y la abadesa/procurador como una manifestación que otorgaba mayor relevancia al acto.(9) Además añade que no siempre los vasallos estaban conformes con el vínculo que se establecía entre ellos y el monasterio. El 3 de julio de 1409 el batlle de Sarrià Jaume Codina, realizó un llamamiento a Pere Masseguer para que acudiera a rendir juramento de homenaje a la abadesa Isabel March que ejercía el cargo desde enero de aquel mismo año. Se documentan otros requerimientos anteriores sobre ciertos derechos reservados a la abadesa, en relación a los pactos esponsalicios. En total se llevaron a cabo hasta once requerimientos por parte del el batlle de Sarrià, Guillem Puig el día 8 de septiembre de 1402.(10)

Escaleras que conducen al claustro hoy punto de acceso al monasterio situado en la Baixada del Monestir nº 9. Durante el siglo XIV este era el lugar en donde los habitantes de Sarrià como vasallos del monasterio, debían rendir homenaje a la abadesa o al procurador mediante la ceremonia de patronaje iuramentus fidelitatis et homagium ore et manibus

Jaume March, ciutadà honrat, es armado caballero de la orden de Sant Jordi d´Alfama

Se tiene noticia de la ceremonia de investidura de un caballero que tuvo lugar en el mismo monasterio de Pedralbes. En este caso no se trataba de un vasallo cualquiera que rendía acto de patronaje o vasallaje a su señor, mediante el Commendatio manibus o in manibus como en el caso de los vecinos de Sarrià, sino que se trataba de un acto de investidura para ser armado caballero. El protagonista fue Jaume March quien fue armado caballero en la iglesia del mismo monasterio el 8 de septiembre de 1360. El propio Jaume March describió la ceremonia la cual se recoge en el Llibre de la Baronia d´Eramprunyà y que actualmente no se puede consultar, pero sabemos que al menos hasta 1911 sí era posible hacerlo. El acto es narrado en primera persona, en catalán del siglo XIV y se recoge en el texto «Pedralbes a l´Edat Mitjana» de Anna Castellano-Tressera.(11)

Jaume March era un ciutadà honrat, un miembro de la aristocracia urbana, del patriciado urbano, pero una vez armado caballero ascendía de estamento social tanto él como sus descendientes. El mismo Llibre de de Baronia reproduce una ilustración que representa a Jaume March recibiendo acto de vasallaje por parte de Aymerich de Cunit. Esto ocurría el 12 de noviembre de 1352 en la propiedad que Jaume March poseía en Sant Climent. Lo que se representa en esta ilustración es a Jaume March sentado, que acaba de ceñir la espada a su vasallo. Éste a su vez le rinde homenaje a las manos en un acto análogo al realizado en Pedralbes entre el procurador/ abadesa y los vecinos de Sarrià. Mediante este acto simbólico, el señor se comprometía a proteger a su vasallo en tanto que este último, respondía por medio de la prestación de servicios a su señor.

Eimeric de Cunit (a la derecha) rinde vasallaje a Jaume March, Señor d’ Eramprunyà, el 12 de noviembre de 1352. LLibre de la Baronia d´Eramprunyà. Internet dominio público

Jaume March fue armado caballero de la orden de Sant Jordi d´Alfama, gracias a los servicios prestados por sus hijos al rey Pere el Cerimoniós. El primer acto que tuvo lugar fue que el rey le notificó su intención de investirlo caballero. Jaume March pidió consejo a la reina Elisenda y a fra Pere d´Aragó, hijo del rey Jaume y perteneciente a la orden de los framenores. Ambos le aconsejaron que aceptara el privilegio. La ceremonia se desarrolló en el coro de las monjas en presencia de la reina Elisenda, del rey, del arzobispo de Cayller Sanxo d´Aragó, así como de miembros de la nobleza cercanos al círculo del monarca y relacionados a su vez con el monasterio.(12) El acto se llevó a cabo el 8 de diciembre de 1360. Jaume se describe a si mismo como hombre de unos sesenta años y dice que para la ceremonia, vistió de blanco con una indumentaria regalo de la reina Elisenda para la ocasión. Jaume March expresó su deseo de que la ceremonia fuese secreta pero el rey solo accedió a que fuera discreta ya que este tipo de actos, debían contar con testigos y ser solemnes.(13)

Lo primero que debía realizar Jaume March antes de ser armado caballero era pasar toda la noche en vela el día anterior a la ceremonia, en el interior de la iglesia y acompañado por diez parientes. A la mañana siguiente el rey, la reina más el resto de asistentes, se dirigieron al coro de las monjas. Para acceder debían cruzar el claustro es decir, penetrar en zona de clausura. Para ello se precisaba de un permiso de la curia papal. Pero Santa María de Pedralbes contaba con el privilegio otorgado por la curia mediante el cual, se permitía a los miembros de la casa real y en determinadas ocasiones, acceder a la zona de clausura.

Interior de la iglesia del Real Monasterio de Santa María de Pedralbes. Fue aquí en donde Jaume March pasó la noche de víspera en vela, antes de ser armado caballero de la Orden de Sant Jordi d´Alfama. El interior del templo fue escenario del desarrollo de la ceremonia de investidura
Vista parcial del claustro del Real Monasterio de Santa María de Pedralbes. En la época que tuvo lugar la ceremonia de investidura de Jaume March, se trataba de una zona de clausura a la cual no se podía acceder sin una autorización de la curia papal

Una vez situados los asistentes al acto, el rey dio comienzo a la ceremonia religiosa. En el momento de la Epístola el monarca se acercó al altar mientras que Jaume March, permaneció en el coro. El rey mandó que a Jaume March se le pusieran los esparons (las espuelas) acto que realizaron los caballeros Johan Exemeriç de Muntornés y Berenguer de Manresa respectivamente. Luego descendió hacia el altar. Una vez allí el arzobispo tomó la mitra y el libro y oficialmente empezó el oficio de caballería. En el primer acto la espada se colocaba frente al obispo, para proceder a su bendición. Una vez bendecida y siguiendo el relato del propio protagonista, el rey la sujetó, la desenfundó y la depositó en la mano derecha de Jaume March para que éste la empuñara mientras el monarca le pedía que se arrodillase. El arzobispo recitó otra oración en la cual manifestó que todo caballero, debía defender la tierra y el bien público:

«tot cavaller es tengut de defendre la terra ab lo señor, ítem deu defendre e mantenir dones, vidues e pupils, e deu defendre lo be publich.»(14)

Acto seguido el rey tomó de nuevo la espada de manos del caballero y la volvió a enfundar. Recitó dos oraciones una dirigida a los clérigos y otra a Jaume March que en estos momentos estaba con las manos juntas sobre la cabeza. Después el rey le besó en la boca (osculum). Entonces Jaume March bajó las manos, se arrodilló y besó las manos y los pies del rey. El acto de besar los pies era propio de Castilla y León y en la Corona de Aragón, se realizaba en el momento en que el vasallo, debía mostrar el máximo respeto hacia su señor. Llevados a cabo los correspondientes osculum, Gilabert de Centelles le desciñó la espada y se le retiraron los estribos (los dits cavallers). Una vez concluido, el rey regresó a su asiento en el coro y Jaume March hizo lo propio después del Evangelio.

Para finalizar el rey realizó una ofrenda de un florín. Dicho acto fue repetido después del monarca por el propio Jaume March. Hechas las ofrendas, los asistentes se trasladaron al palacio de la reina para proseguir la ceremonia con la celebración de un banquete.

Post registrado bajo licencia Safe Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0). Este artículo ya había sido publicado en mi anterior blog el día 1 mayo 2020

Referencias

(1) LE GOFF, J. «Les gestes symboliques dans la vie sociale. Les gestes de la vassalité» en XXIII Settimane di Studio del Centro Italiano di Studi sull´Alto Medievo, 2, Spoleto, 1976, p. 679 – 779. CASTELLANO -TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana. Història d´un monestir femení, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1998, p. 188
(2) https://es.scribd.com/doc/267444348/Le-Goff-El-Ritual-Simbolico-Del-Vasallaje-Resumen
(3) CASTELLANO TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana…, op. cit., p. 189. LE GOFF, J. «Les gestes symboliques…, op.cit., p. 679 – 779
(4) CASTELLANO TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana…, op.cit., p. 187
(5) Ibidem, p. 187
(6) Ibidem, p. 188
(7)Arxiu del Monestir de Pedralbes, Manual 1º de Tomàs Rostet (1373 – 1380), fols. 195r-196v. Ver CASTELLANO TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana…, op. cit., p. 188
(8) Ibidem, p. 188
(9) Ibidem, p. 190
(10) Ibidem, p. 191
(11) Extraemos de este texto la info referida a la ceremonia de investidura de Jaume March. CASTELLANO TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana…, op. cit., p. 192 – 198
(12) Ibidem, p. 195
(13) Ibidem, p. 194
(14) Ibidem, p. 196

BIBLIOGRAFÍA

ESPAÑOL I BELTRÁN, Francesca. «Un cert perfil d´Elisenda de Montcada» en Elisenda de Montcada una reina lleidatana i la fundació del Reial Monestir de Pedralbes, Lleida, Publicacions dels Amics de la Seu Vella, 1997
CASTELLANO -TRESSERA, Anna. Pedralbes a l´Edat Mitjana. Història d´un monestir femení, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1998, p. 187 – 198
LE GOFF, J. «Les gestes symboliques dans la vie sociale. Les gestes de la vassalité» en XXIII Settimane di Studio del Centro Italiano di Studi sull´Alto Medievo, 2, Spoleto, 1976, p. 679 – 779

Recursos electrónicos

RODRÍGUEZ GARCÍA, José Manuel. El rito de armar caballero [en línea]. Historia de Iberia Vieja [ consulta: 17 noviembre 2019]. Disponible en: https://www2.uned.es/temple/rito_de_armar_caballeros_en_la_e.htm
B. Baldiri. L´orde de Sant Jordi d´Alfama [en línea]. Monestir de Catalunya [consulta 17 febrero 2020]. Disponible en: https://www.monestirs.cat/monst/alfam.htm
Orde de Sant Jordi d´Alfama [en línea]. Enciclopèdia. cat [consulta 17 febrero 2020]. Disponible en: https://www.enciclopedia.cat/ec-gec-0060093.xml
Le Goff. El ritual simbólico del vasallaje [en línea]. Scribd [consulta 17 febrero 2020]. Disponible en: https://es.scribd.com/doc/267444348/Le-Goff-El-Ritual-Simbolico-Del-Vasallaje-Resumen