Anís del Mono. El panel publicitario de Ramon Casas en Torroella de Montgrí

La obra protagonista del presente post es un panel cerámico que reproduce el célebre cartel Mono y Mona diseñado por Ramon Casas en 1898, para publicitar el famoso licor Anís del Mono. Se conservan pocos paneles publicitarios originales de época pero Torroella de Montgrí (Baix Empordà, Girona), tiene el privilegio de contar con diversos testimonios. Tres de ellos formaban parte del mismo establecimiento: Mono y Mona, Grande Chartreuse y Codorniu se hallaban en el exterior de la que fuera la antigua Dulcería Capellà propiedad de Ignasi Capellà, situada en la calle de la Porta Nova nº 33.(1)

Antigua Dulcería Colmado Capellà, hoy Aromes del Montgrí, en la calle de la Porta Nova esquina calle Dr. Valentí. Los tres paneles publicitarios se hallan a mano izquierda en la imagen
El antiguo establecimiento de Ignasi Capellà en la calle de la Porta Nova nº 33 conserva todavía su estética original de estilo Art Decó
Grande Chartreuse licor y elixir. Padres Cartujos Tarragona. Panel publicitario de cristal realizado en el calle de la Palla de Barcelona
Panel cerámico para el célebre cava Codorniu. Los azulejos fueron realizados por Valencia Industrial en Burjassot (Valencia). Se han perdido algunos localizados en la parte inferior que han sido sustituidos por otros, que se alejan del diseño original

Esta entrada solo va a tratar del panel Anís del Mono que reproduce la emblemática obra de Ramon Casas Mono y Mona, una auténtica joya del Modernismo y que tiene como protagonista a una manola, vestida con un estampado de flores blancas sobre fondo negro, y un característico mantón de Manila color amarillo con flores blancas. Un clavel del mismo color destaca sobre su pelo negro recogido en un moño en la nuca. La chula sujeta con su mano izquierda a un mono que lleva una botella del famoso anís bajo el brazo, mientras que con la derecha la mujer sostiene una copa de anís. La figura se recorta sobre un fondo azul marino en donde destaca en la parte superior el nombre del propietario y en la inferior, el nombre del anís.

La representación de la chula o manola se convertirá en un tema recurrente de Ramon Casas entre los años 1896 – 1900 y lo recuperará de nuevo a partir de 1912. (2) Estas mujeres de clase humilde que se ganaban el sueldo trabajando en las fábricas, acabaron por encarnar al prototipo de mujer española. Con su característico desparpajo, sus llamativos mantones de Manila, pañuelos y faldas de percal, las chulas fueron las modelos escogidas para publicitar las bebidas de las clases populares. Su imagen sinónimo de mujer española y castiza, no quedaba exenta de connotaciones marginales. (3)

Anuncio cerámico Anís del Mono en la entrada de la antigua Dulcería Capellà situada en la calle de la Porta Nova nº 33 de Torroella de Montgrí (Baix Empordà, Girona). El panel se encuentra protegido mediante una placa de metacrilato sobre una malla metálica. La zona inferior izquierda ha perdido cuatro de los azulejos originales que han sido sustituidos por otros de color negro. Valencia Industrial (Burjassot) fue la encargada de traducir la obra a panel cerámico. El nombre de la empresa figura en el margen inferior derecho

La denominación Anís del Mono

La destilería Anís del Mono fue fundada en 1870 por los hermanos Vicenç y Josep Bosch y Grau. Su Anís del Mono se convirtió rápidamente en un licor muy popular. Se ha especulado mucho acerca de la presencia del mono que da nombre al célebre anís pero sin llegar a ningún consenso. Una hipótesis apunta al científico Darwin y a la enorme repercusión de su obra El origen de las especies. Vicenç Bosch se habría valido de esta repercusión para publicitar su anís como la marca más «evolucionada». Otra hipótesis sugiere lo contrario: desacreditar al científico y caricaturizarlo mediante la inclusión de la imagen del mono en la etiqueta del licor.(4) Otra tercera explicación hace referencia a un mono que al parecer habitaba en la misma fábrica de Badalona. El animal debía de proceder de América en donde los Bosch y Grau tenían contactos comerciales y su presencia en la fábrica, acabaría por dar nombre a la destilería.

El concurso y los proyectos

El origen del panel publicitario que hoy podemos admirar en la calle de la Porta Nova de Torroella de Montgrí se encuentra en la decisión del propio Vicenç Bosch, propietario de la fábrica, de convocar en 1898 un concurso para elegir un cartel que publicitara a su aclamado anís. La exposición del concurso se inauguró el 31 de marzo de 1898 en la célebre Sala Parés de Barcelona, con un gran éxito de participación y permaneció abierta al público hasta el 10 de abril .(5) En total se presentaron 162 proyectos. (6) Ramon Casas participó con cuatro obras todas ellas realizadas en tonalidades brillantes y cada una a base de un color: verde, amarillo, azul y rojo combinado con dorado. Los cuatro proyectos eclipsaron a los demás colocando al pintor barcelonés a la cabeza del cartelismo catalán.(7) En cada una de sus composiciones se representaba a una mujer a tamaño natural, tres de ellas vestidas de chula bajo el título Mono y Mona, Dios los cría y ellos se juntan y Con una falda de percal planchá. El cuarto proyecto prescinde de la temática de la chula y representa a una mujer sentada cerca del mar que apartándose el velo de su sombrero, toma una copa de anís.(8) Mono y Mona, Dios los cría y ellos se juntan y Con una falda de percal planchá presentan un formato vertical muy acusado que junto con la ausencia de perspectiva y de gradaciones de color, acusan la influencia del grabado japonés. (9) Los proyectos originales pintados al pastel se exponen en el vestíbulo de la fábrica Anís del Mono en Badalona.(10)

El jurado compuesto solo por Vicenç Bosch, tuvo en cuenta la opinión general y decidió conceder el Primer Premio a Mono y Mona. Casas ganó 1.000 pesetas por el Primer Premio y dos accésits de 225 pts cada uno por Dios los cría y ellos se juntan y Con una falda de percal planchá. El Segundo Premio fue para Alexandre Riquer quien ganó 500 pesetas por Quo me, Bache, rapuisti (Amb això, Bacus, em captivares) y el tercero de 250 pts para Alfred Roig i Valentí por Massa artistes per un sol lletrero. (11)

El proyecto presentado por Casas experimentó ciertas variaciones cuando se editó como cartel publicitario. Se añadió una botella de anís bajo el brazo del mono y Anís del Mono pasó a ocupar la parte superior mientras que Vicente Bosch Badalona España, ocuparía la zona inferior.(12) Los originales para cartel se realizaron al temple de cola, lápiz conté, tinta china y acuarela (13) y las litografías de colores vivos, se dividían en tres zonas dadas las dimensiones del cartel que eran de 2,4 m x 1 m. El cartel comercial de gran formato permitía llamar la atención sobre los potenciales consumidores y era por tanto, una eficaz estrategia de reclamo.(14) El papel para su impresión fue fabricado por la imprenta Barcelona Henrich y Cía.

El Museu Nacional d´Art de Catalunya conserva un estudio para la figura del mono realizado en lápiz conté y carboncillo sobre papel. En este dibujo preparatorio se aprecian los cambios experimentados por el primate que en el boceto, mira al suelo y tiene el brazo izquierdo en dos posiciones: extendido con una ligera flexión y junto al cuerpo. Finalmente será una posición intermedia la que figurará en la versión definitiva.

Litografía Mono y Mona. Cartel publicitario para Anís del Mono. Original de Ramon Casas. La ausencia de perspectiva, los colores planos y el formato vertical, acusan la influencia del grabado japonés. Internet dominio público.

De la litografía al panel cerámico

Desde otoño de 1898 las litografías del cartel ganador anunciando el célebre anís ya estaban disponibles en los comercios de Barcelona y alrededores y un poco más tarde, lo estarán para el resto del territorio español y del extranjero. (15) Durante décadas estos paneles se convirtieron en parte del paisaje habitual de nuestra geografía.

A partir de la litografía la empresa Valencia Industrial en Burjassot (Valencia), se encargó de traspasar la obra original a panel cerámico. Ciento treinta y seis (8 x 17) azulejos componen esta joya del Modernismo. Valencia Industrial se especializó en la producción de trabajos artísticos y en la fabricación de azulejos de porcelana de gran calidad. Para la elaboración de sus productos utilizaban arcillas y caolines de Villar del Arzobispo.(16) Cabe destacar que fue pionera en España en la introducción del tubat o tubado, técnica de decoración cerámica que consiste en la aplicación sobre la línea del estarcido, realizado sobre el azulejo en blanco, de un hilo de arcilla semi-líquido colado a través de un pequeño tubo. En las áreas de superficie se aplican los esmaltes de color antes de realizar la segunda cocción de la pasta.(17) El resultado es una obra en relieve de colores vibrantes y planos y rica en contrastes cromáticos. Tras el éxito obtenido en 1909 durante la Exposición Regional de Valencia en donde incluso contaron con un pabellón propio, otras fábricas valencianas sobre todo de Manises, se sumaron a la producción de ladrillos de pasta blanca y en la adopción de la técnica del tubat.

Entre los muchos establecimientos que publicitaron la marca de la célebre bebida espirituosa y contaron con el panel cerámico de Valencia Industrial como reclamo, se encontraba la Dulcería Capellà, una de las primeras confiterías de Torroella de Montgrí. A más de pastelería la Dulcería Capellà también se dedicaba a la venta de ultramarinos. Ignasi Capellà se había formado en Can Mundet, confitería propiedad de Joaquim Mundet, fabricante de chocolate (18) y posteriormente, se estableció como negocio independiente. Actualmente en este establecimiento se ejerce una actividad comercial no relacionada con la venta de dulces o ultramarinos, pero se sigue manteniendo la estética original tanto en el exterior como en el interior del local.

La que fuera la antigua Dulcería de Ignasi Capellà forma parte del paisaje urbano de Torroella de Montgrí y representa un testimonio de los antiguos comercios, junto con sus tres paneles publicitarios, cuya presencia constituye un valioso patrimonio cultural que estamos obligados a salvaguardar y proteger a fin de legarlo a futuras generaciones.

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Referencias:

(1) No se puede dejar de mencionar la emblemática Pastisseria Batlle fundada en 1880 y situada en la calle de Ullà nº 6 en cuya fachada, se pueden admirar diversos paneles publicitarios todos ellos originales de época. Otro ejemplo en este caso de panel cerámico, es el que publicita el conocido abono Nitrato de Chile. Este plafón se encuentra en la Plaza Pere Rigau nº 1
(2) COLL, Isabel; DOÑATE, Mercè; MENDOZA, Cristina. «Mono y mona. Original para cartel» en Ramon Casas. El pintor del modernismo, Barcelona, Madrid/ Museu Nacional d´Art d´Catalunya, Fundación Cultural MAPFRE Vida, 2001, p. 182
(3) Sobre la representación de chulas en la obra de Ramon Casas: https://delmodernismo.wordpress.com/2016/04/29/las-chulas-de-ramon-casas/
(4) GARCÍA SALA, Teresa. «Cartel Anís del Mono, 1989 Ramón Casas» en Museo del Traje. Modelos del mes de diciembre, 2012, p. 9
(5) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 6
(6) Otras fuentes citan 150 obras. MARAGALL, Joan A. Història de la Sala Parés, Barcelona, Editorial Selecta, 1975, p. 71
(7) GARCÍA SALA, Teresa. «Cartel Anís…», op. cit., p. 4
(8) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 8
(9) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 8
(10) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 11
(11) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 6
(12) COLL, Isabel; DOÑATE, Mercè; MENDOZA, Cristina. «Mono y mona…», op. cit., p. 186
(13) Ibidem, p. 186
(14) GARCÍA SALA, Teresa. «Cartel Anís…», op. cit., p. 3
(15) https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438, p. 10
(16) https://templersdeburjassot.wordpress.com/tag/anis-el-mono/
(17) https://www.valenciabonita.es/2018/05/10/una-joya-en-peligro-de-extincion-los-paneles-ceramicos-publicitarios-de-philips/ y también: https://tubatceramica.wordpress.com/
(18)AUDIERT, Marcel-lí. Torroella de Montgrí una vila singular, Barcelona, Editor Marcel-lí Audivert, 1983, p. 341, p. 341

BIBLIOGRAFÍA

AUDIERT, Marcel-lí. Torroella de Montgrí una vila singular, Barcelona, Editor Marcel-lí Audivert, 1983, p. 341
Carta comercial de la Dulcería Capellà (Dolceria i queviures d´Ignasi Capellá), 1933
COLL, Isabel; DOÑATE, Mercè; MENDOZA, Cristina. «Mono y mona. Original para cartel» en Ramon Casas. El pintor del modernismo, Barcelona, Madrid/ Museu Nacional d´Art d´Catalunya, Fundación Cultural MAPFRE Vida, 2001, p. 182; 186 – 187
GARCÍA SALA, Teresa. «Cartel Anís del Mono, 1989 Ramón Casas» en Museo del Traje. Modelos del mes de diciembre, 2012, p. 1 -16
MARAGALL, Joan A. Història de la Sala Parés, Barcelona, Editorial Selecta, 1975, p. 71 – 72

Recursos electrónicos

de la FUENTE, Vicente. Publicidad cerámica de Anís de Mono de Ramon Casas [en línea]. Del Modernismo [consulta: 26 noviembre 2019]. Disponible en: https://delmodernismo.wordpress.com/2016/01/18/publicidad-ceramica-de-anis-del-mono-de-ramon-casas/
de la FUENTE, Vicente. Las chulas de Ramon Casas [en línea]. Del Modernismo [consulta: marzo 2020]. Disponible en: https://delmodernismo.wordpress.com/2016/04/29/las-chulas-de-ramon-casas/
CASALS, Núria. «El cartellisme i l´Anís del Mono». Disponible en: https://www.raco.cat/index.php/CarrerArbres/article/view/296497/385438
Antonio Barrayi Hnos., Juan Bautista Molins, Azulejos de Burjassot (Valencia) [en línea]. Templers Burjassot. Investigación, divulgación histórica de Burjassot, Valencia… [consulta: 19 agosto 2020]. Disponible en: https://templersdeburjassot.wordpress.com/tag/anis-el-mono/ (19 agosto 2020)
Una joya en peligro de extinción : los paneles cerámicos publicitarios de Philips [en línea]. ValenciaBonita.es [consulta: 22 agosto 2020]. Disponible en: tubohttps://www.valenciabonita.es/2018/05/10/una-joya-en-peligro-de-extincion-los-paneles-ceramicos-publicitarios-de-philips/
Técnica – Antecedentes históricos [en línea]. Tubat- taller de ceràmica [ consulta: 22 agosto 2020]. Disponible en: https://tubatceramica.wordpress.com/

Iconografía de la Virgen de Montserrat en época moderna. La estampa Santa Maria de Monte Serrato de Antonio Lafréry como principal referente visual en la difusión de la nueva iconografía barroca

La expansión del culto a la Virgen de Montserrat en época moderna generó una serie de réplicas de la Santa Imagen las cuales, se difundieron por todo el continente europeo. Estas réplicas que reproducían la vera efigie, se concretaban en el nuevo modelo iconográfico surgido a finales del siglo XVI. Se generaban en cadena es decir, una copia servía de modelo para la siguiente. Una de ellas fue el buril de Antonio Lafréry editado en Roma en 1572 Santa Maria de Monte Serrato el cual, tuvo una gran repercusión en la difusión de la imagen de Nuestra Señora de Montserrat.

Introducción

Durante el siglo XVI aparece un nuevo modelo iconográfico que gozará de gran fortuna durante el barroco y que quedará plenamente fijado en el siglo XVIII. Esta nueva iconografía convivirá con los modelos anteriores y es por ello que nos encontraremos con la imagen de la Virgen de pie, rubia, con la sierra, morena, blanca o sentada. Estas representaciones se mantendrán vigentes con posterioridad al siglo XVII en especial, en aquellos lugares apartados de los principales centros pioneros en cuanto a novedades se refiere.(1)

La nueva iconografía se concreta en la figura de la Virgen en primer término, entronizada y con las montañas al fondo las cuales, progresivamente se representarán con mayor fidelidad. Las carnaciones acostumbran a ser oscuras y la indumentaria ancha y con profusión de pliegues, marcando la línea del cuerpo. La Virgen lucirá sus mejores coronas que serán representadas con fidelidad y ostentará sus atributos iconográficos: el orbe y el lirio. A partir de finales del siglo XVI las representaciones de La Moreneta tendrán por primera vez un carácter escultórico con intención de representar el original románico. Este nuevo modelo iconográfico perdurará con pequeñas variantes hasta el siglo XVIII, cuando será sustituido por la representación de la Virgen con vestiduras acampanadas.(2)

La primera representación en donde hallamos este nuevo modelo iconográfico es en el buril de Antonio Lafréry editado en Roma en 1572 y encargado por el mismo monasterio. En la estampa conviven las dos iconografías: la antigua o gótica y la nueva en donde además, se recuperan aspectos que ya aparecían en obras anteriores editadas por la propia imprenta de Montserrat de la mano de Rosenbach, en 1524.(3) La estampa de Lafréry servirá del modelo para otras que se editarán con posterioridad y supondrá además, un fuerte impacto en la producción de otros grabados de la Virgen de Montserrat a nivel internacional.(4)

En la parte central derecha de la estampa vemos a la Virgen entronizada en posición frontal y con el Niño en la falda. Está coronada por dos ángeles mientras que otros dos situados a ambos lados, sujetan un cirio encendido. Con la mano derecha la Virgen sostiene la esfera con el lirio y con la izquierda, toca el hombro del Niño tal y como corresponde a la posición de esta mano en el original románico. Este grabado supone un testimonio de los primeros intentos por representar la imagen románica.(5) Sobre la Virgen una filacteria da fe de la leyenda del hallazgo Hic reperta fuit imago Virginis Mariae. A la izquierda vemos un grupo de monjes benedictinos. En primer término y de rodillas, el abad y tras él otros monjes. Bajo los pies de la imagen dos putti serrando la montaña que ya reproduce fielmente el característico paisaje de Montserrat. Bajo los putti hallamos a los pastores protagonistas del hallazgo milagroso. La representación de la Virgen en la parte superior derecha del grabado responde a la iconografía antigua. Junto a las montañas y sobre una nube, sostiene al Niño que sierra las montañas. Lleva el pelo largo y suelto

Estampa Santa Maria de Monte Serrato. Buril de Antonio Lafréry, 1572. Biblioteca de Montserrat, Gabinete de Grabados. Esta estampa juega un importante papel dentro de la historiografía ya que supone un punto de inflexión dentro de la iconografía montserratina

Cadenas de imágenes secundarias creadas a partir del grabado de Láfrery

En un post anterior se trató acerca de los posibles referentes visuales utilizados para la traslación de la imagen de la Virgen de Montserrat a Madrid, Praga y Bezdez. En el presente se aborda la cadena de imágenes generadas a partir del grabado de Antonio Láfrery obra que probablemente, fue la que más contribuyó a la difusión de la imagen de la Virgen de Montserrat. El escaso acceso visual a la imagen románica impidió que se pudiera copiar del natural por lo que los artistas, utilizaban modelos que circulaban y servían para su difusión contribuyendo así, a la expansión del culto a la Virgen de Montserrat. (6)

El grabado de Lafréry cuenta con dos actualizaciones. La primera es un buril de 70 x 46 cm., datado c. 1592-1605 (7) y que se conserva en el gabinete de grabados (nº 13.616) de la Biblioteca del Monasterio de Montserrat. De esta primera actualización se realizó un elevado número de reproducciones y entre las novedades que incorpora con respecto al grabado de Lafréry, cabe citar la representación de la iglesia totalmente finalizada con cubierta a dos aguas y cimborio, campanario octogonal, así como la totalidad del recinto amurallado. La Virgen y el Niño representados en la parte superior llevan corona. La obra incluye además escenas de carácter anecdótico. En la parte superior izquierda y bajo una nube, dos pájaros atacan a un tercero que se precipita contra las montañas. Según el p. Lapalna esta escena podría aludir a la lucha contra la herejía en pleno periodo contrarreformista. (8)

De la segunda actualización solo se conserva la parte superior. La representación de un cuarto nivel de ventanas en la iglesia permite aproximar su datación c. 1620 (9) Como la estampa antes mencionada, se trata de un buril que se preserva en el gabinete de grabados de la Biblioteca de Montserrat. Se cree que esta obra tal vez fuera realizada en Cataluña.

De la primera actualización del buril de Lafréry deriva un óleo sobre tela de dimensiones 112 x 95 cm. datado de finales del siglo XVI o inicios del XVII y que se conserva en el Museu de Montserrat (nº 20.1352). El lienzo procede de Tolosa de Llenguadoc. (10) Laplana identifica otra obra derivada de esta primera actualización. Se trata de una tela encargada por la familia García Arista, datada del 1594 y que se encontraba en el claustro de la catedral de Tarazona. (11) Este lienzo hoy perdido solo se conoce por una fotografía tomada en 1930 que se conserva en el Arxiu Mas de Barcelona. (12) Otra obra con el mismo origen se halla en la Chiesa di Santa Maria di Monserrato, capella di Monserrato en Roma. (13) En este caso se trata de un fresco atribuido a Giovanni Battista Ricci da Novara c- 1605 – 1611 basado en la primera actualización aunque con pequeñas variantes.(14)

Mont Serrat finales s. XVI o inicio s. XVII. Museu de Montserrat (nº 20.1352). Donación de Convergència Democràtica de Catalunya, 1994. Esta obra procedente de Tolosa de Llenguadoc y se basa en la primera actualización de la estampa de Antonio Lafréry . Procedencia de la imagen: https://visitmuseum.gencat.cat/es/museu-de-montserrat/objeto/montserrat

La Dra. Sílvia Canalda en sus estudios acerca de la iconografía barroca de la Virgen de Monsterrat identificó dos variantes del grabado de Lafréry que a su vez, dieron lugar a dos cadenas secundarias de imágenes. Una de estas variantes es el buril de formato horizontal titulado Mont Serrat y editado en Anveres por Peeter van der Brocht. Este grabado se basa en la primera actualización de la estampa de Lafréry. (15) La otra variante corresponde al aguafuerte editado en París por Pierre Mariette entre 1660 y 1670. (16) En esta versión desaparece la iconografía antigua que es sustituida por la representación de la vera efigie e incluye además, una gloria celestial presidida por la Santísima Trinidad. (17) En la zona inferior del grabado se aprecia el interior de la iglesia, el retablo con la Santa Imagen y las capillas con sus correspondientes cirios votivos. De este aguafuerte deriva la estampa realizada por el grabador mejicano Rossillo, que forma parte de la obra literaria La Perla de Cataluña. Historia de Nuestra Señora de Montserrate del padre Gregorio de Argaiz. (18) También deriva una obra que se halla en el Museu Marés de Barcelona. (19)

El Museu de Vilafranca del Penedés (Alt Penedès, Barcelona) conserva otra obra deudora del grabado de Lafréry en donde además, aparece en la parte inferior dos figuras que según el Dr. Santi Torras Trilló, representan probablemente a los duques de Cardona Enric Folc de Cardona y Catalina Fernández de Córdoba. (20) Torras Trilló atribuye la autoría de esta obra a Lluís Gaudín, un monje benedictino que profesó en Montserrat en 1627. (21)ç

La difusión de la imagen de la Virgen de Montserrat también fue objeto de estudio por parte del profesor Pérez Morera quien centró su trabajo en una tabla atribuida al pintor Pierre Pourbus el Viejo (1523-1584) que se venera en la iglesia parroquial de San Andrés y Sauces (Santa Cruz de Tenerife, La Palma).(22) Esta obra se data con posterioridad a 1572 y como las anteriores que se han mencionado, es deudora del grabado de Antonio Lafréry.

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Referencias

(1) CANALDA I LLOBET; S. “ La imatge barroca de la Mare de Déu de Montserrat: gènesi, circuïts i usos”, en Imatge, devoció, identitat en época moderna, Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2013, p. 100
(2) CANALDA I LLOBET; S. “Retratos y réplicas de las santas imágenes en época moderna. El caso de Nuestra Señora de Montserrat”, en Estudios sobre arte catalán. Del contexto a la interpretación postmedival, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2013, p. 192
(3) CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 81 ; 89
(4) Ibidem, p. 91
(5) Ibidem, p. 83
(6) Ibidem, p. 97
(7) Ibidem, p. 90
(8) LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996, p. 92
(9) CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 91
(10) LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra …», op. cit., p. 94
(11) Ibidem, p. 94
(12) Fotografía nº 58451-C. Arxiu Mas, Barcelona. CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 95 nota 66
(13) LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra …», op. cit., p. 94
(14) Esta obra se tratará en otro post
(15) CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 91
(16) Ibidem, p. 92
(17) Ibidem, p. 92
(18) Ibidem, p. 92
(19) Óleo sobre tela 126 x 96 cm . Núm. inv. S-136. Museu Marés, Barcelona. CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 95 nota 65
(20) Ibidem, p. 96
(21) TORRAS TILLÓ, Santi. Pintura catalana al barroc. L´auge col-leccionista i l´ofici de pintor al segle XVII (Memoria Artium, II), Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 202, p. 202 – 203. CANALDA I LLOBET; S. “La imatge barroca …”, op. cit., p. 96 nota 67
(22) Para más información ver PÉREZ MORERA, Jesús. “El grabado como fuente iconográfica: el tema de la Virgen de Montserrat en la pintura flamenca y peruana”, en Homenaje al profesor Hernández Perera, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1992, p. 399-407 y también: https://www.lahornacina.com/articuloscanarias17.htm

BIBLIOGRAFÍA

CANALDA I LLOBET; S. “Retratos y réplicas de las santas imágenes en época moderna. El caso de Nuestra Señora de Montserrat”, en Estudios sobre arte catalán. Del contexto a la interpretación postmedival, Barcelona, Universitat de Barcelona, 2013, p. 187- 201
CANALDA I LLOBET; S. “ La imatge barroca de la Mare de Déu de Montserrat: gènesi, circuïts i usos”, en Imatge, devoció, identitat en época moderna, Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2013
LAPLANA, J.de C.; MACIÀ, T. Nigra Sum, Barcelona, Publicacions de l´Abadia de Montserrat, 1996
PÉREZ MORERA, Jesús. “El grabado como fuente iconográfica: el tema de la Virgen de Montserrat en la pintura flamenca y peruana”, en Homenaje al profesor Hernández Perera, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1992, p. 399-407
TORRAS TILLÓ, Santi. Pintura catalana al barroc. L´auge col-leccionista i l´ofici de pintor al segle XVII (Memoria Artium, II), Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 202, p. 202 – 203

Recursos electrónicos:

RODRÍDEZ ESCUDERO, José Guillermo. Nuestra Señora de Montserrat una tabla flamenca de la Virgen de la montaña en la villa canaria de San Andrés y Sauces [en línea]. www.lahornaciona.com [consulta: abril 2016]. Disponible en: https://www.lahornacina.com/articuloscanarias17.htm

Montserrat, Anónimo, principios del siglo XVII [en línea]. Museo de Montserrat [consulta: 26 julio 2020]. Disponible en: https://visitmuseum.gencat.cat/es/museu-de-montserrat/objeto/montserrat

La Perla de Cataluña. Historia de Nuestra Señora de Montserrate. Escrita por el maestro fray Gregorio de Argaiz, cronista de la religion de San Benito. Dedicala al serenissimo señor don Juan de Austria, Principe de la Mar, y Gran Prior del Orden de San Juan [en línea]. IberLibro.com [consulta: 31 julio 2020]. Disponible en: https://www.iberlibro.com/servlet/BookDetailsPL?bi=22803071703&searchurl=pt%3Dbook%2
6sortby%3D1%26tn%3Del%2Bprincipe%26yrh%3D1950&cm_sp=snippet--srp1--title30

Venanci y Agapit Vallmitjana. Estado general de conservación de algunas de sus obras en los cementerios catalanes

La presente entrada pretende ofrecer una visión general del estado de conservación de un grupo de obras realizadas por los hermanos Venanci y Agapit Vallitjana, localizadas en los cementerios catalanes de Montjuïc, Poblenou (ambos en Barcelona), El Masnou (El Maresme) y Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà). Así mismo se expone de manera general, los principales factores de degradación que afectan a este conjunto de esculturas funerarias.(1) No se entra en la cuestión relativa a los posibles tratamientos ni de cuáles deberían ser las intervenciones directas o indirectas a fin de garantizar una mejor conservación.

Se ha tenido en consideración todas las obras conocidas hasta hoy realizadas por los hermanos Vallmitjana, que se localizan en los cementerios catalanes pero solo se han escogido unas pocas, para exponer los principales factores de degradación de patrimonio funerario y sus consecuencias. Por ello no hay que entender el artículo como un estudio exhaustivo del estado de conservación de todas las obras funerarias realizadas por los Vallmitjana en los cementerios catalanes, sino solo de algunas seleccionadas a modo de ejemplo.

Las esculturas que se presentan aquí se encuentran todas al aire libre y por tanto, las patologías se hallan relacionadas con las condiciones ambientales derivadas de una exposición constante al intemperie. En términos generales presentan capas de suciedad superficial ya sea en forma de polvo, arena o excrementos de las aves, afectación por líquenes así como erosión y manchas en superficie provocadas por los efectos de la lluvia ácida.

Para comprender mejor cómo las condiciones ambientales afectan al patrimonio funerario, es necesario tratar de dos factores relevantes: la humedad y la temperatura.

La humedad es la causante del 70% de todas las alteraciones (de manera directa o indirecta) y se considera el factor más perjudicial. Se encuentra estrechamente relacionada con la temperatura. El mármol, material del cual están realizadas la mayoría de las obras aquí expuestas, presenta cierta microporosidad y ello permite que el agua de lluvia penetre en el interior del material. Al no tratarse de un elemento volátil el agua permanece retenida en el interior, hasta que las variaciones de temperatura y por evaporación arrastran hacia el exterior las sales minerales en disolución provocando las llamadas eflorescencias salinas. Esta migración de sales solubles hacia la superficie ocasiona movimientos y dilataciones que en el caso de los materiales inorgánicos, pueden llegar a ser importantes. Se ha podido observar la presencia de eflorescencias en el panteón Permanyer (departamento II, panteón nº 184, cementerio de Poblenou) y en unos de los ángeles que se encuentra en la fachada del panteón Quer Vilaregut actualmente Valls Taberner. (Vía de Santa Eulàlia, agrupación 3ª, núm. 47) La presencia de sales se hace evidente a lo largo de los pliegues de la túnica del ángel.

Panteón Quer (actualmente Valls Taberner) es obra del arquitecto Josep Oriol Mestres. Los ángeles que se hallan en la fachada del panteón son de Agapit con posible colaboración de Venanci. (2) En la imagen se aprecia las eflorescencias salinas y el efecto de la lluvia ácida. @arte_de_fondo

Otro factor ambiental a tener en cuenta es la temperatura. Esta por sí sola no tiene ningún efecto sobre las obras sino que va ligada de manera inversamente proporcional a la humedad. Las altas temperaturas potencian de manera indirecta los procesos químicos tales como la evaporación y la aparición de microorganismos. El movimiento del aire provocado por las variaciones de temperatura, alza el polvo haciendo que éste se deposite sobre las esculturas y provocando problemas de higroscopicidad.

Los efectos biológicos son los causantes de diversas patologías y se hallan relacionados con la humedad y temperatura. Una humedad relativa(3) superior al 70% combinada con una temperatura superior a 25ºC favorece la proliferación de microorganismos entre los cuales, cabría destacar a los hongos. Estos atacan también a los materiales inorgánicos provocando manchas o destruyendo el propio material. A mayor temperatura mayor proliferación de hongos, algas y líquenes.(4) Se constata una importante presencia de éstos en el putti obra de Venanci del panteón Salvador Vidal, y que se encuentra en el cementerio de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà, Girona). Los líquenes se alimentan del material pétreo excretando ácido oxálico y liquénico que tiene un efecto corrosivo.

Es necesario dedicar una líneas a los agentes contaminantes y entre ellos, a la llamada lluvia ácida que provoca el deterioro del material inorgánico, erosionando las superficies y ocasionando la aparición de manchas oscuras sobre el material pétreo. Los combustibles fósiles emiten a la atmósfera dióxido de azufre, óxido de carbono y nitrógeno que al reaccionar con el vapor de agua, dan lugar a la formación de ácido sulfúrico y nítrico. El mármol es un carbonato cálcico, una sal muy poco soluble pero al contacto con los ácidos presentes en el agua de lluvia, se convierte en una sal soluble. Se ha podido observar en diversas esculturas la aparición de manchas oscuras y disolución del material pétreo, como resultado de los contaminantes atmosféricos en el panteón Quer, en el putti del panteón Salvador Vidal, en el ángel del panteón de la familia Estaper Cuyas del Bosch entre otros.

Otro factor ambiental a tener en cuenta a la hora de valorar la conservación de las obras al aire libre es el viento, causante de la erosión de las esculturas.

Algunas de las esculturas estudiadas presentan la incorporación de distintos elementos de bronce. (5) Este también sufre los efectos de hallarse al intemperie aunque de diferente manera que los materiales pétreos ya que por ejemplo, los metales difícilmente son atacados por microorganismos. Una de las principales alteraciones del bronce es la formación de sales de cloruro. Estas se detectan a simple vista por su característico color verde claro y por su extremada pulverulencia. Se trata de sales solubles muy higroscópicas. Es necesario la eliminación de los cloruros ya que acaban afectando a totalidad la pieza con el agravante de que se activan con poca humedad.(6) Se ha podido observar una importante presencia de sales de cloruro en lo que posiblemente era el nimbo, y en la cruz que sostiene el ángel obra de Venanci Vallmitjana, que corona el panteón Joan Bofill Pinto-Martorell en el departamento II del cementerio de Poblenou. Además de afectar a la totalidad de los añadidos metálicos, los cloruros han ocasionado importantes manchas en la superficie del mármol. Otro ejemplo se halla en la espada de bronce que sostiene el ángel que corona el panteón Quer Vilaregut. La acumulación de sales de cloruro ha afectado a la base de la escultura.

Panteón nº. 128. Departamento II Poblenou. Ángel que corona el panteón de D. José Bofill y Pinto. La imagen pone de manifiesto la presencia de sales de cloruro
Panteón Quer Vilaregut obra del arquitecto Josep Oriol Mestres. El ángel que corona el panteón fue realizado por Agapit con la posible colaboración de su hermano Venanci. Vemos las sales de cloruro presentes en la espada y base de la escultura. Cementerio de Montjuïc. @arte_de_fondo

Los daños provocados por la actividad humana ya sea relacionada con actos vandálicos o por una actuación negligente, se encuentran también dentro de los principales factores de degradación de las obras. Como ejemplo, el anteriormente citado putti del panteón Salvador Vidal al que le falta un fragmento importante del brazo derecho. Desconozco cuál fue la causa de esta mutilación pero creo que posiblemente se deba al factor humano. En el caso de la obra de Venanci Ángel del Juicio Final que se encuentra en la isla 2ª del cementerio de El Masnou (Maresme, el Barcelonés), concretamente en el panteón de la familia Estaper Cuyàs del Bosch, no cabe duda de que ha sufrido diversos actos vandálicos durante los cuales ha desaparecido la trompeta, se le ha dañado una ala y ha perdido la otra, y ha sufrido desperfectos en los dedos de la mano derecha.(7)

Panteón Salvador Vidal, cementerio de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà, Girona). La lluvia ácida ha provocado daños importantes en la obra, reconocibles en las costras oscuras que aparecen en la superficie pétrea. Así mismo se detecta la presencia de líquenes en diversas áreas más la pérdida del brazo derecho de esta escultura obra de Venanci Vallimtjana. @arte_de_fondo
Panteón Salvador Vidal (detalle), cementerio de Sant Feliu de Guíxols. En la imagen podemos apreciar la presencia de líquenes así como las diversas costras negras y sales solubles debidas a los efectos de la lluvia ácida, agente contaminante que provoca la disolución de material calcáreo. @arte_de_fondo

El hecho de que un material no se encuentre en las condiciones óptimas para su conservación, no implica necesariamente que se degrade de manera irreparable. Todos los materiales puede soportar importantes variaciones de humedad y temperatura siempre y cuando estas variaciones, se produzcan de manera lenta y progresiva a fin de proporcionar suficiente tiempo al material para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Ahora bien en el caso de las obras que se encuentran al intemperie, estos cambios pueden tener lugar de forma rápida y súbita sin que haya transcurrido el tiempo necesario para que los materiales se adapten a las nuevas condiciones. Como conclusión se puede afirmar que todas aquellas obras que se encuentran a la intemperie, sufren todas aquellas patologías asociadas a los factores climáticos.

Panteón de la familia Estaper Cuyàs del Bosch en el cementerio de El Masnou (El Maresme, el Barcelonès). El ángel obra de Venanci Vallmitjana, ha sido víctima de actos vandálicos que ha provocado la pérdida total de una de las alas, la pérdida parcial de la restante, la desaparición de la trompeta que sujetaba con la mano izquierda y la pérdida parcial los dedos de la otra mano. A ello hay que sumar los efectos de la lluvia ácida bien visibles en la zona superior de la túnica.@arte_de_fondo

El abandono del patrimonio funerario como consecuencia de la falta de recursos económicos y los derechos funerarios con carácter de concesión administrativa

Sin abandonar la cuestión de la conservación del patrimonio funerario, cabría preguntarse el por qué algunas obras presentan un estado de conservación deficiente. ¿A quién corresponde su conservación y mantenimiento? Para responder a esta pregunta me dirigí a la historiadora del arte y máster en Gestión Cultural @arte_ de_ fondo quien me informó que la gestión patrimonial, se encuentra a cargo de los propietarios de los panteones. El problema se presenta porque la mayoría de las familias que en su momento pagaron la construcción de un panteón o una escultura de gran valor patrimonial, actualmente no disponen de los mismos recursos económicos que sus antepasados burgueses y no pueden hacerse cargo del mantenimiento de las obras. La historiadora quiso dejar bien claro que no se trata de un problema exclusivo de Cataluña sino que ocurre a nivel mundial. La mayoría de los cementerios presentan un estado de abandono general en donde podemos encontrar esculturas y panteones sucios, obras afectadas por el musgo, líquenes o excrementos de ave y lluvia ácida.

Dejando a un lado los escasos recursos económicos de las familias, añade además otro de los principales problemas de este abandono: los derechos funerarios que tienen carácter de concesión administrativa. Estos «contratos» son títulos de concesión de derecho funerario sobre las sepulturas o panteones que pueden ser a perpetuidad, a quince, treinta, cincuenta o incluso a setenta y cinco años en el caso del cementerio de Montjuïc. Desde @arte_ de_ fondo se me informó de que actualmente ya no se realizan títulos a perpetuidad. Este derecho de concesión es vigente siempre y cuando que se abone la tarifa correspondiente a la Ordenanza fiscal. En el caso de que no se satisfaga dicha tarifa y transcurrido el tiempo establecido, el panteón pasa a ser de nuevo propiedad del Ayuntamiento o empresa gestora. Por otro lado está prohibido realizar actividades de compra venta entre particulares y solo se puede traspasar el derecho funerario entre familiares. Los propietarios de dicho derecho se hallan sujetos a la obligación de mantener su panteón según las normas del Reglamento de Régimen Interno y Ordenanza de Cementiris de Barcelona vigente desde el año 2017.

Para @arte_ de_ fondo dos son los principales problemas que vendrían a resumir el por qué de este abandono de gran parte de nuestro patrimonio funerario: por un lado la falta de recursos económicos de los propietarios y por otro, la realidad de que las sepulturas nunca serán propiedad de los propietarios valga la redundancia, ni la podrán vender. Por tanto es lógico que los propietarios no inviertan en la restauración de un patrimonio que en realidad, jamás será suyo. Un caso cercano y que la historiadora conoce de primera mano es el del panteón Coromina que se encuentra en el cementerio de Montjuïc. Su propietario comentó en repetidas ocasiones todas las inversiones económicas que había realizado en el panteón y en contrapartida, había recibido muy pocas ayudas por parte de la administración. Actualmente se enfrenta a unas derramas y gastos para el mantenimiento en correcto estado y seguridad de la escultura que corona el panteón, que no puede asumir. En caso de no ser satisfechas y no iniciarse la necesaria restauración de la escultura, ésta se verá irremediablemente condenada en un futuro indeterminado.

Muchas familias acaban por dejar de abonar las tasas y abandonar los panteones en el estado en que se encuentren (a menudo ruinoso), ya que no pueden hacer frente a una restauración. La aceptación de la pérdida del derecho funerario parece ser la mejor opción a la que acogerse. Con el tiempo el monumento pasa a ser nuevamente propiedad del Ayuntamiento o entidad gestora. @arte_de_fondo comenta que tristemente, este proceso comporta sentimientos de impotencia, frustración, discusiones y enfrentamientos en las familias ya que no deja de ser un espacio donde descansan sus familiares.

Otro hecho que ha querido destacar es que al no existir una protección del patrimonio adecuada a su valor, se pueden realizar restauraciones o intervenciones sin contratar a personal cualificado. Nos hallamos frente a una solución recurrente para las familias que no pueden asumir los gastos de una restauración. Me comenta además que paseando por los recintos funerarios de la cuidad, algunos propietarios han «limpiado» las esculturas de sus tumbas con lejía. Como ya he mencionado en otras entradas dentro de las diferentes operaciones que constituyen la restauración de los bienes culturales, la limpieza es la más peligrosa ya que se trata de un proceso irreversible. En el caso de los materiales pétreos al aplicar un producto en superficie, éste queda retenido en el interior y con el tiempo, provocar alteraciones irreversibles. No se deberían realizar limpiezas arbitrarias y es necesario, imprescindible y urgente, que el patrimonio funerario se encuentre debidamente protegido dentro del marco de la ley y que cada intervención, se realice de forma controlada por los profesionales a quienes corresponda.

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Referencias

(1) A parte de los recintos ya citados, los hermanos Vallmitjana también están presentes en : Cementerio de Sitges (El Garraf), Arenys de Mar (El Maresme), Figueres (Alt Empordà), Reus (Baix Camp) y Sant Gervasi (Barcelona)
(2) Ràfols, J. F. Diccionario Biográfico de Artistas de Cataluña: desde la época romana hasta nuestros días, Barcelona, Millá, 1951-1954, p. 194
(3) Humedad relativa (HR): = relación expresada en % del peso del agua de un ambiente y el peso que tendría el mismo ambiente si estuviera saturado de agua (expresado en gramos) a la misma temperatura. El resultado de este cociente se multiplica por 100 para obtener el porcentaje. En otras palabras la humedad relativa es la humedad efectiva, dividida por la cantidad de humedad necesaria para llegar a la saturación (a igual temperatura) y multiplicado por 100
(4) Organismos constituidos por la simbiosis entre un hongo y una alga
(5) Bronce, aleación formada por cobre y estaño
(6) Se trata de una alteración conocida como cáncer del bronce
(7) RICO VÁZQUEZ, Miquel ; ROIG LERONES, Marta. El cementiri del Masnou, un museu a l’aire lliure (segles XVIII-XXI), Masnou, Ajuntament del Masnou, Patronat Municipal, 2006, p. 106

BIBLIOGRAFÍA

DÍAZ MARTÍNEZ, Soledad; GARCÍA ALONSO, Emma. Técnicas metodológicas aplicadas a la conservación-restauración del patrimonio metálico, Ministerio de Cultura, Secretaría General Técnica, 2011
MAS I BARBERÁ, Xavier. Conservación y restauración de materiales pétreos. Diagnóstico y tratamiento, Valencia, Universitat Politécnica de València, 2010
PRADO CAMPOS, Beatriz. Conservación y restauración de materiales pétreos, Madrid, Editorial Síntesis, S.A., 2019
RICO VÁZQUEZ, Miquel ; ROIG LERONES, Marta. El cementiri del Masnou, un museu a l’aire lliure (segles XVIII-XXI). Masnou, Ajuntament del Masnou, Patronat Municipal, 2006

Madame du Barry, presunto retrato por François Hubert Drouais, 1764

Dentro de la extensa lista de retratos de Madame du Barry realizados por el pintor François Hubert Drouais (1727- 1775), nos interesa destacar el ejecutado en 1764 por considerarse por parte de la historiografía tradicional, como el primer retrato conocido de la condesa du Barry.

Esta obra que hoy se halla en manos privadas y que formó parte de la colección Lehman y posteriormente de la colección de la marquesa de Ganay,(1) ha suscitado entre los historiadores serias dudas acerca de la identidad de la modelo. Tradicionalmente se la ha identificado como la condesa du Barry aunque no todo los expertos están de acuerdo. Personalmente quiero expresar mi duda acerca de la identidad de la mujer que aparece en este retrato. Esta duda surge por dos razones: por un lado las facciones de la favorita que nos son bien conocidas por otros retratos, no parece que coincidan con las reproducidas en el presente retrato. Por otro lado esta obra, no figura en la Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais.(2)

Madame du Barry (?) por François Hubert Drouais, 1764. Colección privada. Internet dominio público. https://gallerix.org/storeroom/245773047/N/3648/

La obra que nos ocupa se trata de un retrato en busto con la cabeza y mirada ligeramente girada hacia su derecha, con grandes ojos castaños y los cabellos empolvados y peinados en tapé, según la moda de la época. El peinado tapé se caracteriza por dejar la frente despejada mientras que el pelo se levanta y se peina en bucles, formando una especie de diadema alrededor del rostro. Por la parte posterior el cabello se mantiene liso y solo los rizos estaban permitidos en la corte. (3) Además del peinado a la moda, la mujer viste un elegante corsé de puntas sobre el cual, luce un traje de brocado de seda. Un paño o echarpe de seda color cereza con ribete de piel, cubre los hombros y cae bajo la espalda. La obra está iluminada por un fuerte haz de luz que penetra a mano izquierda e impacta sobre el rostro de la mujer permitiendo que su figura destaque sobre la oscuridad del fondo. La obra, firmada y fechada, lleva una pequeña cartela con la siguiente inscripción:

Vos yeux sont beaux, votre âme encore plus belle. Et sans prétendre à rien, vous triomphez de tous. Si vous eussiez vécu au temps de Gabrielle, je ne sais pas ce qu´on eût dit vous, mais on n´aurait point parlé d´elle. (4)

Dicha inscripción nada nos revela acerca de la identidad de la retratada y nada nos induce a pensar que pueda tratarse de Madame du Barry. Cabe añadir que la condesa (nacida Jeanne Bécu) era de origen humilde. Hija de una cocinera y de padre desconocido llegó a Versalles gracias a las intrigas de su amante el conde Jean Baptiste du Barry, célebre proxeneta quien con la ayuda de Lebel, vallet de chambre de Louis XV, consiguió introducirla en la corte en 1768. Tras casarla con su hermano Guillaume, adquirió el título de condesa du Barry convirtiéndose en la amante oficial (maîtresse en titre) del rey Louis XV. Mantuvo su posición de favorita real hasta la muerte del rey en 1774. Sabemos que en 1764 año en que se realizó el retrato que nos ocupa, la futura condesa era la amante de conde du Barry y junto a su madre Madame Rançon, se habían trasladado a vivir a la residencia del conde sita en el nº 2 de la Rue de la Jussienne. En aquella época se hacía llamar Mademoiselle de Beauvernier y durante tres años, ejerció como prostituta bajo la tutela de su amante. Los informes policiales de la época no dejan lugar a dudas al respecto. En cuanto a su aspecto físico, los testimonios contemporáneos coinciden en describirla como una mujer alta, bien proporcionada, de óvalo perfecto y abundante cabellera rubia que a menudo llevaba sin empolvar. Destacaban sus grandes ojos azules de mirada directa, y unos característicos lunares presentes en su rostro. Estos grains de beauté son claramente visibles en muchos de sus retratos.

A priori esta descripción salvo por los ojos azules, podría encajar con la mujer del retrato. Sin embargo opino que una comparación con otros retratos de la condesa du Barry realizados por Drouais, pueden ayudar a aclarar si la modelo puede tratase de la favorita real. La Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais empieza a partir de diciembre 1768 cuando la condesa realiza al pintor su primer encargo.(5) Esta primera obra, hoy en el palacio de Versalles, que Drouais ejecutó para Madame du Barry se puede considerar el primer retrato conocido de la favorita.(6) En él el pintor la representa como Flora, vestida con una camisa blanca y una guirlanda de rosas cruza del hombro hasta la cintura. Va peinada a la tapé con rizos en parte posterior que caen sobre su hombro derecho y flores en el pelo. La iluminación es muy parecida al cuadro de 1764: un fuerte haz de luz penetra por el lado izquierdo de la composición e impacta directamente sobre la modelo. Existe una copia de este mismo retrato fechado también en 1769 que se conserva en la Washington National Gallery en donde además, son visibles los mencionados grains de beauté en el rostro de la condesa. Si comparamos estos los dos retratos con la mujer que aparece en la obra de 1764, observamos algunas diferencias. La imagen que Drouais nos ofrece de la condesa parece encajar más en las descripciones físicas que tenemos sobre la favorita. El pintor la representó con un rostro ovalado, frente ancha, cejas alargadas y arqueadas, ojos azules y no castaños y el cuello más esbelto.

Madame du Barry como Flora, 1769. Palacio de Versalles. Primer retrato de la condesa realizado por François Hubert Drouais según la Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais. Internet dominio público
Madame du Barry como Flora por François Hubert Drouais, 1769. Washington National Gallery. Copia del retrato anterior. Internet dominio público

En otro retrato de la condesa, el conservado en el Museo del Prado de Madrid en donde también aparece como Flora sujetando una guirlanda de flores, observamos que se repiten las mismas características que en las dos imágenes anteriores: rostro ovalado, cejas alargadas y arqueadas, ojos azules, cuello esbelto.

En cuanto a la crítica, ésta fue bastante unánime y dura con los retratos de Drouais: el pintor no había conseguido captar el parecido de la modelo. Pero esta unanimidad de no pareció importar a la condesa quien siguió confiando la representación de su efigie, al mismo artista.

Madame du Barry, François Hubert Drouais, 1770. Museo del Prado, Madrid. Internet dominio público

Tras el análisis comparativo de los primeros retratos de la condesa, parece que la obra de 1764 representa probablemente a otra mujer. Si además tenemos en cuenta que no figura en la Mémoire des ouvrages, es improbable que la retratada sea Jeanne du Barry.

Otras identificaciones erróneas

Los retratos siempre son siempre interpretaciones subjetivas del artista respecto a su modelo. Un retrato es una representación que contiene suficientes características personales como para que podamos reconocer al retratado/a. Como subraya el historiador del Arte J.J.Pollit, se trata de una creación intencionada en la que el artista, selecciona aquellos rasgos físicos que le parecen más significativos y omite otros que le son menos relevantes. Los retratos pueden ser muy genéricos e idealizados otros todo lo contrario. En el caso de Drouais éste presenta unos estilemas muy marcados que junto con un alto grado de idealización, provoca que en ciertas ocasiones se confunda la identidad de sus modelos cuando éstos no pueden identificarse por indicios externos.

Un ejemplo de ello lo hallamos en el retrato de Carlos Fernando FitzJames-Stuart, marqués de Jamaica firmado por Drouais y fechado en 1765. Esta obra al igual que el retrato de 1764, tampoco aparece en la Mémoire des ouvrages y durante varios años, se identificó al modelo con Madame du Barry.

Otro ejemplo es una obra aparecida en subasta en Sotheby´s que durante años se la relacionó con un retrato de la condesa. Se trata de la joven peinada a la tapé, con el cabello empolvado y salpicado de pequeñas rosas. Su cuello extremadamente esbelto, luce una espléndida gargantilla de perlas. Viste un traje completamente blanco con encaje en las mangas y dos pulseras de perlas a juego con la gargantilla, adornan sus brazos. La joven mira fijamente al espectador tras haber dejado en libertad a una pequeña ave exótica, tal vez un agaporni, que se ha posado en su mano izquierda. Los ojos de la modelo son grandes, azules, las cejas arqueadas, la boca pequeña y con un ligero toque de rouge en las mejillas. A ambos lados de la retratada figuran las ramas de una higuera y al fondo, se divisa un paisaje convencional con unos cipreses. Es evidente que la retratada no puede tratarse de una modelo cualquiera. Tras descartar definitivamente a la condesa du Barry, se cree que esta obra ejecutada por Drouais y taller, representa a Mademoiselle de Forges.

Carlos Fernando FitzJames-Stuart, marqués de Jamaica por François Hubert Drouais, 1765. Birmingham Museum of Art (Alabama). Durante mucho tiempo se creyó que este retrato representaba a la condesa du Barry tocando la guitarra. Internet dominio público
Posible retrato de Mademoiselles de Forges, Drouais y taller. Durante años este retrato se identificó con el de Madame du Barry

¿Madame de Pompadour?

Algunos autores han querido ver en a la mujer del retrato de 1764 a Jeanne Antoniette Lenormant d´Étiolles, marquesa de Pompadour. (7) No puedo estar menos de acuerdo. Contamos con diversos retratos de la marquesa realizados en 1763/64 por el propio François Hubert Drouais los cuales, nos permiten una vez más comparar y valorar la versión que el pintor ofreció de Jeanne Antoinette Poisson, poco antes del fallecimiento de ésta víctima de una afección pulmonar.(8) Creo que la comparación no deja lugar a dudas.

No puedo determinar la identidad de la mujer que Drouais representó en 1764 y que tradicionalmente se identifica como el primer retrato de Madame du Barry. Según mi parecer opino que no se trata de la condesa y desde luego, tampoco de la marquesa de Pompadour. Solo puedo apuntar a una mujer de cierta posición social a juzgar por su indumentaria y que además, podía permitirse contratar a un pintor como Drouais para hacerse representar.

Sostengo que el primer contacto del pintor con la favorita fue en 1768, año en que ésta llegó a Versalles. Este primer contacto queda sin lugar a dudas reflejado en la Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais en donde lista como la primera obra, el retrato que hoy se halla en el palacio de Versalles firmado y fechado Drouais 1769.

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Referencias

(1) TREY, Juliette. «Un portrait de Madame du Barry pour Versailles» en Versalia. Revue de la Société des Amis de Versailles, nº 16, 2013, p. 187
(2) Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais. Ver también TREY, Juliette. «Un portrait …», op. cit., p. 187
(3) DRAPER, James David; SCHERF, Guilhem. Agustin Pajou: Royal Sculptor 1730 – 1809, New York/ Paris, Metropolitan Museum of Art, (February 26, May 24) Réunion des Musées Nationaux, 1998, p. 245
(4) BLANC, Olivier. «La comtesse du Barry» en Portraits de femmes. Artistes et mòdeles à l´époque de Marie- Antoniette, Paris, Éditions Didier CARPENTIER, 2006, p. 231
(5) Mémoire des ouvrages de peinture commandés par Madame la Comtesse Du Barry à Drouais
(6) TREY, Juliette. «Un portrait …», op. cit., p. 187
(7) VVAA. Madame du Barry de Versailles à Louveciennes, Paris, Flammarion, 1992, p. 9
(8) La marquesa de Pompadour falleció en 1764

BIBLIOGRAFÍA

BLANC, Olivier. «La comtesse du Barry» en Portraits de femmes. Artistes et mòdeles à l´époque de Marie- Antoniette, Paris, Éditions Didier CARPENTIER, 2006, p. 227 – 242
CASTELOT, André. Madame du Barry. Paris, Perrin, 1989
CASTRIES, Duc de. La du Barry, París, Éditions Albin Michel, S.A., 1986
DRAPER, James David; SCHERF, Guilhem. Agustin Pajou: Royal Sculptor 1730 – 1809, New York/ Paris, Metropolitan Museum of Art, (February 26, May 24) Réunion des Musées Nationaux, 1998, p. 237 – 246
SAINT ANDRÉ, Claude. A King´s favourite. Madame du Barry, New York, McBride, Nast & Company, 1915
TREY, Juliette. «Un portrait de Madame du Barry pour Versailles» en Versalia. Revue de la Société des Amis de Versailles, nº 16, 2013, p. 187 – 196
VVAA. Madame du Barry de Versailles à Louveciennes, Paris, Flammarion, 1992